Crece la tensión entre Argentina y Gran Bretaña
Crece la tensión entre Argentina y Gran Bretaña

La tensión por la disputa de soberanía de las  entre  y creció ayer cuando Buenos Aires citó al embajador por revelaciones de espionaje británico y acusó en la justicia local a petroleras por la exploración ilegal en el archipiélago.

Alicia Castro, embajadora argentina en Londres, había sido convocada el miércoles por el servicio exterior británico a raíz de un discurso de la presidenta Cristina Kirchner en la que denunció el armamentismo de Londres en la región pese a que Argentina “no es un peligro para nadie”.

EXPLOTACIÓN. “Esos cuantiosos fondos deberían ser usados en beneficio del pueblo británico para combatir el desempleo, mejorar la educación y la salud y profundizar la inclusión social. No se puede seguir engañando a los ciudadanos y contribuyentes del Reino Unido, agitando fantasmas del pasado”, sostuvo Kirchner la semana pasada.

El pedido de explicaciones al embajador británico, John Freeman, se fundamentó en parte de los controvertidos documentos filtrados a la prensa de los archivos del exanalista de inteligencia estadounidense Edward Snowden, actualmente refugiado en Rusia.

La publicación en la prensa de la actividad de espías británicos se conoció el 3 de abril, justo después del 33° aniversario del desembarco de tropas argentinas en las islas del Atlántico Sur, que desató una guerra perdida por la dictadura del general Leopoldo Galtieri (1981-1982), con saldo de 649 argentinos y 255 británicos caídos.

Al estar aún latente el conflicto de soberanía de las Malvinas, Argentina considera que la explotación y exploración de crudo en la zona es ilegal.

DENUNCIA. “Hemos presentado una denuncia penal ante la justicia argentina contra cinco empresas que operan en Malvinas”, anunció ayer el diplomático titular de la secretaría de Malvinas, Daniel Filmus.

La denuncia realizada ante la Procuraduría General (fiscalía de Estado) considera que esas petroleras están violando legislación argentina porque carecen de la autorización para operar en la zona.

Además, Buenos Aires considera que desobedecen la resolución de las Naciones Unidas que señala que ninguno de los países puede tomar decisiones unilaterales en estos temas.