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La agencia Standard & Poor’s (S&P) emitió el jueves la calificación de default selectivo a , lo cual pone en evidencia la fuerte crisis económica que atraviesa el país y revive el fantasma del histórico cese de pagos de 2001.

La bajada de nota de S&P se produjo luego de que el Ejecutivo anunciara el miércoles su decisión de aplazar entre tres y seis meses los vencimientos de títulos de deuda de corto plazo, emitidos por el Tesoro argentino. Además, Buenos Aires planteó al Fondo Monetario Internacional (FMI) negociar nuevos plazos de pago para la  que ha contraído con ese organismo.

Según el Ministerio de Hacienda, el default (cese de pagos) selectivo “significa el incumplimiento parcial de alguna de las condiciones de emisión”. Sin embargo, insistió en que dicha categorización solo tuvo duración de un día.

No obstante, pese a que S&P levantó la calificación ayer, un nuevo golpe llegó de otras importantes agencias globales, como Fitch y Moody’s. La primera decretó que el país se halla en “default restrictivo”, mientras que la segunda consideró a la baja los títulos argentinos, aunque aún no emitió la categoría de default.

Por su parte, el candidato kirchnerista a la Presidencia, Alberto Fernández -quien busca llegar a la Casa Rosada con Cristina Fernández como vicepresidenta-, señaló que “Argentina está en un default virtual y escondido”.

“No hay nadie en este momento tomando deuda argentina, ni nadie que pueda pagarla”, indicó Fernández al diario The Wall Street Journal, y responsabilizó a Macri y al FMI de la crisis.

Consecuencias

La inestabilidad financiera en el país se ha traducido en una alta volatilidad del peso, que sigue con tendencia a la depreciación. La moneda argentina se cotizaba ayer a 62.04 pesos por dólar, 1.74 pesos más que el jueves.

La devaluación se ha intensificado desde las elecciones primarias del 11 de agosto, en las cuales Fernández obtuvo mayor respaldo que Macri. Ello derivó en un terremoto en los mercados de bonos, acciones y en la plaza cambiaria. En solo tres semanas, Argentina ha perdido algo más de 10,000 millones de dólares de reservas, que rondan los 56,000 millones de dólares, una sangría que en parte se explica debido a las divisas volcadas por el Banco Central al mercado para tratar de estabilizar el tipo de cambio.

Como si esto fuera poco, también ha aumentado el riesgo país (riesgo inherente a las inversiones), medido por JP Morgan. Este viernes, alcanzó los 2533 puntos, su nivel más alto desde 2005. Ello denota una creciente aversión por parte de los inversionistas. Además, las acciones argentinas en Wall Street retrocedieron 7%.

CIFRA 

56 mil millones de dólares es el monto del préstamo que el FMI ha acordado con Argentina.