El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, proclamó este lunes el inicio de la “edad de oro” del país durante su discurso inaugural tras asumir nuevamente el cargo. Trump afirmó que con su llegada a la Casa Blanca, el “declive” de la nación ha terminado, marcando el comienzo de una nueva era de prosperidad y liderazgo global.
“Desde este día, nuestro país florecerá y será respetado nuevamente en todo el mundo. Seremos la envidia de todas las naciones, y no permitiremos que sigan aprovechándose de nosotros nunca más. Cada día de la Administración Trump, pondré a Estados Unidos primero, a ustedes”, expresó Trump frente a miles de seguidores.
El mandatario enfatizó la importancia de recuperar la soberanía nacional, restaurar la seguridad y equilibrar la justicia. “El uso vicioso, violento e injusto del Departamento de Justicia y de nuestro Gobierno terminará. Nuestra prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre”, añadió.
Una visión de renacer nacional
El discurso, que adoptó un marcado tono nacionalista, delineó la visión de Trump para los próximos cuatro años. Declaró que su administración trabajará para hacer que “Estados Unidos sea más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca antes”.
Trump recordó el intento de asesinato que sufrió durante la campaña electoral de 2024 en Butler, Pensilvania, asegurando que su supervivencia fue obra de Dios. “Hace solo unos meses, una bala de asesino atravesó mi oreja. Creo firmemente que fui salvado por Dios para hacer grande de nuevo a Estados Unidos”, afirmó.
El ataque ocurrió el 13 de julio de 2024 durante un mitin en Pensilvania, y aunque resultó herido, el mandatario sobrevivió. Este evento, según Trump, reforzó su determinación para liderar al país en una nueva etapa de grandeza.
Comparaciones con su primer discurso inaugural
El mensaje de este lunes contrastó con el discurso inaugural de 2017, en el que Trump presentó una visión sombría del país y prometió acabar con la “carnicería estadounidense”. Ahora, el mandatario apuesta por un renacimiento nacional, asegurando que “el declive de Estados Unidos ha terminado” en el momento de su toma de posesión.
Con este discurso, Donald Trump busca establecer las bases de su nueva administración, priorizando la soberanía, la justicia y el orgullo nacional como ejes centrales de su visión para el futuro de Estados Unidos.
