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Las dos vacunas experimentales contra el virus del  cuyo desarrollo está más avanzado parecen ser inocuas contra el ser humano pero los estudios preliminares que se han desarrollado hasta la fecha no han podido aportar ningún resultado concreto sobre su eficacia.

Así lo explicó hoy en rueda de prensa Marie-Paule Kieny, directora general adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y responsable del desarrollo de fármacos y vacunas en el seno del organismo.

"No tenemos ningún resultado preliminar porque no tenemos datos estadísticos suficientes. Aparentemente, lo que se ha demostrado es que ninguna de las vacunas es peligrosa. Algunos voluntarios han tenido fiebre, otros no, algún dolor muscular, pero no hay suficientes datos", explicó Kieny.

"Lo que está claro es que no tenemos ningún resultado sobre su eficacia. No ha habido tiempo, no ha habido suficientes casos dado que, afortunadamente, cada vez ha habido menos pacientes", agregó.

En desarrollo existen cuatro vacunas, pero las dos más avanzadas son cAd3-ZEBOV, que desarrolla la compañía GlaxoSmithKline (GSK) en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, y con la participación de médicos británicos.

Y rVSV-ZEBOV, desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá, aunque la licencia de comercialización la tiene la empresa estadounidense NewLink Genetics, con sede en Iowa (EEUU).

Ambas fueron probadas en una fase previa en voluntarios sanos de varios países de Europa, África y en Estados Unidos, lo que permitió establecer que ambas eran suficientemente seguras y que generaban una respuesta inmunitaria en quienes la recibían.

Posteriormente, se realizaron ensayos clínicos de fase III en dos de los países más afectados por la epidemia -Guinea Conakry y Liberia- en adultos del entorno de casos confirmados de ébola.

Pero ninguno de estos estudios han podido aportar resultados tangibles sobre su eficacia.

Kieny se dirigió a los medios en una pausa de una conferencia que tiene lugar en Ginebra durante dos días y que versa sobre cómo avanzar en la Investigación y Desarrollo de diagnósticos, medicamentos, y eventuales vacunas de virus o enfermedades que puedan ser potencialmente epidémicas.

Precisamente, la epidemia de  en África occidental, que ha infectado a casi 27.000 personas de las cuales más de 11.000 han muerto, ha puesto de manifiesto las lagunas en el área de investigación.

"La idea es identificar que es en lo que tenemos que avanzar para estar preparados. Analizar los diferentes elementos en los que estamos bien y en los que no", señaló Kieny.

La directora adjunta señaló que lo principal es identificar los virus o enfermedades "potencialmente epidémicos", es decir, con un potencial de contagio alto y con un porcentaje de mortalidad suficientemente importante como para darles prioridad.

"Tenemos que ver si hay diagnósticos disponibles o no y si no desarrollarlos; si hay medicamentos o no y sino desarrollarlos; lo mismos con las vacunas, etc", añadió.

Kieny dijo que no se ha desarrollado una lista completa de cuáles serían los virus o las enfermedades pero que algunas que parecen claras, como la fiebre de Lassa o la fiebre de Marburgo.

Por otra parte, la experta señaló que se estudia la posibilidad de crear "biobancos" a nivel nacional o regional donde guardar las muestras de sangre, virus, plasma, suero y otros, con los que poder avanzar en la investigación.

Estas muestras pertenecen a los países, como establece el estatuto de Nagoya (Japón), y hay que redactar un memorándum de cómo pueden compartirse y que es lo que las naciones propietarias reciben a cambio.

Estas y otras discusiones se avanzarán durante los próximos meses hasta que se pueda redactar un plan de acción y aprobarlo.

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