Papa Francisco reconforta a los cristianos golpeados por el terrorismo en Egipto
Papa Francisco reconforta a los cristianos golpeados por el terrorismo en Egipto

"Asalamu aleikum" (la paz sea con vosotros). Con esas palabras en árabe comenzó la homilía del  en El Cairo, en la que reconfortó a los cristianos egipcios frente al terrorismo que recientemente ha golpeado a esta comunidad. La minoría católica de Egipto le brindó un caluroso recibimiento al pontífice, con una salva de palmas continua a su llegada al estadio de la Defensa Aérea egipcia, mientras los organizadores soltaron palomas.

A su llegada al estadio, ubicado en una zona militar a las afueras de El Cairo, Francisco dio una vuelta a la pista de atletismo de pie sobre un vehículo descubierto para saludar a los fieles. A la ceremonia asistieron entre 10.000 y 15.000 personas, todos ellos con invitaciones distribuidas por las parroquias. Algunos asistentes dijeron a Efe que esperan que el mensaje de Francisco cale en la sociedad egipcia y contribuya a solidificar los vínculos entre la comunidad cristiana y musulmana, que el terrorismo trata de socavar.

"Necesitamos paz, no solo en Egipto, sino en todo el mundo. Es muy especial que el papa haya decidido venir, en especial en este momento, después de las bombas", dijo a Efe la joven egipcia Marina Mila, en alusión a los atentados del pasado 9 de abril contra las catedrales coptas de Tanta y Alejandría, en el norte del país, en los que murieron 46 personas.

Otro asistente, Nadr Iorjo, aseveró que después de esos atentados temió que el papa cancelara el viaje y consideró que su mensaje ayudará a unir a las comunidades de Egipto.

Durante toda la ceremonia, que contó con fuertes medidas de seguridad, fue constante el ruido de helicópteros, que hicieron continuos vuelos rasantes a la vista del público del recinto deportivo, que está en una de las zonas más seguras de El Cairo.

El camino que siguió la comitiva papal desde el centro de la capital egipcia hasta el estadio estaba ribeteado de policías, vestidos de uniforme o de traje de calle.

Los agentes fueron desplegados en distintos puntos de la carretera y de los edificios colindantes a lo largo de unos 20 kilómetros para otear posibles amenazas, a pesar de que el Vaticano no mostró especial preocupación por la seguridad y optó por usar un vehículo sin blindar para el pontífice.

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