Ella murió hace 66 años pero sus células siguen vivas
Ella murió hace 66 años pero sus células siguen vivas

Henrietta Lacks es un nombre que pocos han escuchado, pero es toda una historia dentro de la literatura científica, sobre todo biológica. Ella murió en 1951 y una parte de ella sigue viva en los laboratorios.

En 1942, Henrietta vivía en la ciudad de Baltimore pese a que su familia era del pueblo, ella decidió romper esquemas y buscar una oportunidad dentro de los tiempos de guerra. Y muy cerca a donde se mudó vivía estaba el laboratorio de George Gey, quien buscaba librar al mundo del cáncer.

El científico confiaba en el poder de las células humanas y durante 30 años trató de vultirar célular de cáncer, para ello mezclaba distintos tipos de sangre de animales con la esperanza que ellas vivieran al reaccionar con las células cancerígenas.

Henrietta Lack fue llevada al hospital John Hopkins el 1 de febrero de 1951 y ahí empieza el hallazgo de la ciencia. Howard Jones fue el ginecólogo de Lacks quien acudió enferma. Ella tenía un "tumor" pero su historia era más simple. Ella sangraba en sus mestruaciones, pero tenía dolor abdominal. "Cuando examiné el cérviz me sorprendí pues no era un tumor normal. Era púrpura y sangraba muy fácilmente al tocarlo" comentó el ginecólogo.

Sin embargo, su cuerpo no reaccionó al tratamiento y murió en octubre del mismo año cuando tenía 31 años de edad. Su cuerpo fue enterrado cerca a la casa donde vivió.

Su nombre saltó a la fama cuando las células que se encontraban en el tumor fueron retenidas en la unidad de cáncer del hospital, es ahí donde Gay descubre que estas podrían cultivarse por siempre.

Las llamaron las línea celular HeLa en honor a la mujer que dio estas células. La magia sucedió cuando las células empezaron a multriplicarse prolíficamente. Se reproducían en generaciones enteras cada 24 horas y jamás dejaban de hacerlo. Esta parte de Henrietta se volvió en las primeras células humanas inmortales.

Si bien su aporte a la ciencia no fue estudioso, gracias a sus células se conocieron muchas enfermedades. La vacuna contra el polio se descubrió gracias a ella. Es más, pese a que había muerto, ella logró viajar al espacio exterior en naves especiales para descubrir como reacciona la carne humana a la gravedad 0.

El único problema fue que la familia de Henrietta Lacks nunca supo de todo eso. Hasta que un investigador llamó al esposo de Henrietta quien entendió que su esposa estaba viva y la han utilizado durante 25 años para investigaciones. "Queremos examinar a sus hijos a ver si tienen cáncer".

La reacción no fue buena, y trataron de comunicarse con abogados para conocer si dicha acción estaba penada o a ellos les pertenecía derecho alguno sobre las células de su familiar.

Sin embargo, ellos no lograron una compensación ya que su madre había muerto hace mucho. Por lo que ese tema quedó ahí, lo que sí quedó para el recuerdo fue que Henrietta es la heroína científica y un elemento crucial para el desarrollo de la ciencia biológica. 

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