La estatua ecuestre del ex presidente general de los Estados Unidos, Andrew Jackson, todavía tiene cuerdas y cadenas colgando, después de que los manifestantes intentaron derribarla, en la plaza Lafayette, frente a la Casa Blanca. (AFP/Eric BARADAT).
La estatua ecuestre del ex presidente general de los Estados Unidos, Andrew Jackson, todavía tiene cuerdas y cadenas colgando, después de que los manifestantes intentaron derribarla, en la plaza Lafayette, frente a la Casa Blanca. (AFP/Eric BARADAT).

Washington. [EFE]. Policías federales en Estados Unidos evitaron este lunes con cargas que manifestantes derribaran la estatua del expresidente Andrew Jackson (1829-1837) enfrente de la Casa Blanca en el marco de las protestas raciales que sacuden el país.

Los manifestantes habían colocado ya cuerdas y cadenas en la estatua ecuestre cuando los policías dispersaron la protesta haciendo uso de gases lacrimógenos.

La estatua de Jackson se erige en el parque Lafayette, epicentro de las protestas raciales en Washington por su ubicación, justo enfrente de la residencia que ocupa Donald Trump.

Además de la de Jackson, en el parque hay estatuas del marqués de La Fayette, del conde de Rochambeau, del general polaco Tadeusz Kosciuszko y del barón prusiano von Steuben, todos ellos héroes de la independencia de Estados Unidos.

El parque Lafayette ya cobró protagonismo el pasado 1 de junio cuando policías dispersaron con cargas y gases a manifestantes pacíficos para que el presidente, Donald Trump, pudiera hacerse una fotografía con una Biblia en la mano frente a una iglesia cercana.

Esta nueva oleada de protestas raciales en EE.UU., que empezó por el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de policías en Mineápolis, se ha caracterizado también por los ataques y derribos de estatuas a lo largo y ancho del país.

El principal objetivo de los manifestantes han sido los símbolos confederados -defensores de la esclavitud- que abundan sobre todo en los estados sureños, pero también han sido atacadas estatuas de los conquistadores españoles o de los "padres fundadores" de Estados Unidos.

En Washington, el pasado viernes, manifestantes derribaron la estatua del oficial confederado Albert Pike, que estaba ubicada frente a la comisaría central de la Policía Metropolitana del Distrito de Columbia y rodeada de edificios judiciales.

En respuesta al derribo de esa estatua, Trump criticó la gestión de las protestas en la capital que está haciendo la alcaldesa, la demócrata Muriel Bowser, quien por otro lado ha renombrado la calle anexa al parque Lafayette como “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”).

“La Policía del Distrito de Columbia no está haciendo su trabajo mientras observa cómo derriban y prenden fuego a una estatua. Esa gente debería ser arrestada de inmediato. ¡Una deshonra para nuestro país!”, afirmó el presidente.

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