Las nevadas llegaron la noche del miércoles a Jordania, Israel e incluso Arabia Saudita, en el quinto día de una ola de mal tiempo excepcional en Medio Oriente que causó la muerte de 11 personas y dejó diez desaparecidos.

Jerusalén estaba cubierta por más de 10 cm de nieve, lo que provocó la alegría de los niños pero paralizó a buena parte del país y a los Territorios Palestinos, afectados por lo que los medios llamaron "la tormenta de la década".

La nieve llegó incluso a la región de Tabuk, en el noroeste de Arabia Saudita, cuyos habitantes se precipitaron para ver ese raro espectáculo en este reino del desierto.

En Jordania, la tormenta de nieve detuvo el funcionamiento de casi todo el país, que bloqueaba la mayor parte de las rutas que conducen a Ammán y a otras regiones. El ejército fue movilizado para abrir las rutas y socorrer a las personas bloqueadas.

También nevaba en el norte de Irak, donde los exámenes fueron postergados en algunas ciudades del Kurdistán y el tráfico era difícil o estaba interrumpido en varios puestos fronterizos con Irán.

Las inclemencias del tiempo continuaron en Egipto, afectado por una ola de frío. Vientos fuertes y lluvias torrenciales paralizaron la circulación en las grandes ciudades, sobre todo en El Cairo, y obligaron a mantener cerrados muchos puertos.

En toda la región, este mal tiempo causó en los últimos días la muerte de 11 personas -tres en Líbano, tres en Israel y cinco en Jordania- mientras que otras 11 -diez pescadores cuyo barco naufragó en Egipto y un bebé que fue arrastrado por las aguas en Líbano- están en la lista de desaparecidos.

Mientras Damasco, Siria, seguía cubierta de nieve, el frío era insoportable en las numerosas regiones donde la guerra civil provocó una escasez de combustible para la calefacción y perturbó las redes de alimentación eléctrica. AFP