Una multitud de personas se concentró hoy en torno a la pirámide de Kukulkán, en la zona arqueológica de Chichén Itzá, una de las más importantes del sureste mexicano, para celebrar con oraciones y danzas rituales el cambio de era en el calendario maya.
Desde las 5.30 hora local (11.30 GMT), un flujo constante de visitantes, en su mayoría vestidos de blanco, fueron llegando hasta Chichén Itzá, en el Estado de Yucatán, provistos con velas, incienso y hasta copal, una resina utilizada por los mayas que al quemarse da lugar a un intenso olor, y colocándose en grupos para meditar.
Con los hoteles de los alrededores completamente llenos, hubo quien tuvo que acampar en las zonas aledañas para pasar la noche, junto al pueblo de Pisté, una pequeña localidad dedicada a la artesanía.
Hacia las 6.00 hora local (12.00 GMT) apareció uno de los numerosos grupos de danzantes que fueron a ofrecer sus bailes y sus ritos a los mayas por la llegada del nuevo baktun, pero que en algunos casos tuvieron que cambiar de localización por interrumpir a quienes meditaban.
Vestidos de blanco, con los brazos en alto, los dedos en posición de meditar y la mayoría de pie, decenas de grupos realizaron oraciones conjuntas de cara a la pirámide principal de Kulkulkán, y cada participante hablaba de forma espontánea para pedir por la tierra, la naturaleza o la armonía de la humanidad.
Un portavoz del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aseguró a Efe que según los primeros cálculos se espera superar los 50.000 visitantes a lo largo del día en este sitio arqueológico, uno de los más importantes de la península de Yucatán.