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Un gato era usado por un grupo de presos rusos para poder ingresar objetos prohibidos al centro penitenciario en donde estaban.
El hecho sucedió en la cárcel de la república de Komi, en Rusia, en donde unos policías notaron que un minino ingresaba constantemente por diversas zonas de la prisión.
Al ser intervenido, se notó que el gato llevaba adherido a su cuerpo algunos objetos prohibidos en el reciento como celulares, los cuales se mantenían sujetos a su cuerpo con cinta adhesiva gruesa.
El minino parecía incómodo con la ilegal carga, e ingresaba por los techos hacia las celdas para dejar su cargamento.
El llamado "gato contrabandista" era usado así por los delincuentes, que buscaban mantenerse comunicados con el mundo exterior para continuar con sus fechorías.
Cabe señalar que los celulares son objetos prohibidos dentro de todas las cárceles del mundo, y su uso merece una sanción ejemplar.
El minino ha sido llevado a un albergue.
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