Grecia espera un balón de oxígeno financiero de Bruselas y del BCE
Grecia espera un balón de oxígeno financiero de Bruselas y del BCE

Atenas obtuvo el jueves la aprobación de Bruselas tras votar las primeras reformas exigidas por sus acreedores, a costa de fuertes tensiones internas, y a cambio de un posible balón de oxígeno financiero a sus bancos por parte del BCE, reunido este jueves.

Las autoridades griegas aprobaron las medidas solicitadas "de forma satisfactoria y a tiempo", aseguró el jueves la portavoz del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

lograba el miércoles por la noche la aprobación de las primeras reformas exigidas por los acreedores a  - entre ellas, una subida del IVA- a costa de perder la mayoría parlamentaria por las numerosas deserciones en las filas de su partido, Syriza.

La prensa griega apuesta por una remodelación del gobierno el jueves o el viernes.

El voto del parlamento heleno era la condición sine qua non para iniciar oficialmente las negociaciones sobre un nuevo plan de ayuda de unos 82.000 millones de euros a Grecia, con la posibilidad de una reestructuración de la deuda, aún por discutir.

Tras la luz verde dada por el parlamento de Finlandia a la financiación temporal a Atenas, los diputados alemanes se pronunciarán el viernes sobre el rescate en una votación que se espera positiva, pese a que la canciller Angela Merkel se enfrenta a una oposición creciente entre las filas conservadoras.

ENCONTRAR LIQUIDEZ CUANTO ANTES

Atenas, que ya se encuentra en suspensión de pagos ante el Fondo Monetario Internacional, necesita liquidez cuanto antes para responder a otros vencimientos de préstamos, entre ellos uno de 4.200 millones de euros al BCE el 20 de julio.

La Comisión Europea presiona para que se recurra a un fondo del conjunto de la Unión Europea, pero esta opción, entre otras sobre la mesa, provoca fuertes reservas en varios Estados, entre ellos Gran Bretaña, que no quiere implicarse en los problemas de la zona euro.

Para que los plazos se mantengan, es necesario que los 28 miembros de la UE se pongan de acuerdo antes del viernes a mediodía.

En Fráncfort, el presidente del BCE Mario Draghi deberá responder en una rueda de prensa prevista para las 12H30 GMT sobre las posibles modalidades que se contemplan para un financiamiento provisional a Grecia.

Una de las opciones es la utilización de los intereses generados por un antiguo programa de recompra de activos del BCE, que se elevan a más de 3.000 millones de euros.

Aunque se niega a comprometerse políticamente en las discusiones, desde hace semanas la institución monetaria europea tiene la llave para mantener a flote aGrecia, con las ayudas de urgencia concedidas a los bancos helenos (ELA).

Estos préstamos, el último recurso financiero de las entidades griegas, cerradas desde el 29 de junio, se elevan actualmente a 89.000 millones de euros.

LA ESPINOSA CUESTIÓN DE LA DEUDA

Tras el voto del parlamento griego, ciertos observadores creen que ha llegado el momento de que el BCE aumente el límite de préstamos ELA, para permitir a los bancos griegos reabrir la próxima semana.

Por el contrario, Marcel Fratzscher, presidente del instituto alemás DIW, no esperaba "ningún cambio" a partir del jueves, considerando que los gobernadores del BCE esperarán al menos al voto del Bundestag alemán el viernes.

En Alemania, la cuestión de la reducción de la deuda de Grecia, que alcanza el 180% de su PIB, es particularmente delicada.

El, acreedor de Grecia junto con Bruselas y el BCE, publicó el martes un explosivo documento en el que parecía condicionar su participación en un futuro programa de ayuda a un alivio de la deuda griega por parte de los europeos, ya fuera en forma de prolongación de los plazos de devolución, o bien mediante una quita pura y simple, una opción inimaginable para Berlín.

"Una verdadera anulación de la deuda es incompatible con el hecho de pertenecer a la unión monetaria", concluyó el ministro de Finanzas alem