Guatemala: Católicos veneran a Niño Dios en procesión acuática
Guatemala: Católicos veneran a Niño Dios en procesión acuática

Miles de guatemaltecos católicos abarrotaron este martes el poblado de Amatitlán, unos 22 km al sur de la capital, para venerar la imagen del Niño Dios en una peculiar procesión acuática, la única de ese tipo en el país.

La actividad religiosa inició en la iglesia de la localidad cuando la imagen, cargada en hombros por devotos católicos, salió en un recorrido por las principales calles del poblado, para luego encaminarse al lago de Atlitán. 

Los pobladores elaboraron vistosas alfombras de frutas, flores y ramas de pino para adornar las calles por las que pasa la procesión.

Como es tradicional, fue encabezada por un grupo de enmascarados que representan a los conquistadores españoles y los indígenas mayas, una alusión al choque cultural de la conquista y la colonización española y al sincretismo cultural generado por estos procesos.

Una docena de réplicas del Niño Dios de Atocha, que fueron traídas desde otros poblados y a las que se denomina "Visitantes", acompañaron la marcha religiosa en su recorrido hasta el muelle, donde el Niño fue recibido con la algarabía de los fieles y la música sacra ejecutada por una banda local.

La imagen fue subida a una embarcación propiedad de la iglesia para iniciar un recorrido por varios puntos del lago, seguida de cerca por decenas de otras lanchas vistosamente decoradas y repletas de fieles.

Tras recorrer unos kilómetros cerca de la orilla, la imagen fue llevada al centro del lago y dejada por varias horas sobre una piedra conocida como la Silla del Niño Dios. Por la tarde, la imagen sera recogida y llevada de regreso a la iglesia.

La peculiar procesión se celebra cada 3 de mayo en honor al Niño de Atocha, patrono de este poblado que pertenece al departamento de Guatemala, donde está ubicada la capital.

El lago de Amatitlán es uno de los grandes atractivos turísitcos de Guatemala, pese a ser una de las fuentes de agua más contaminadas del país, debido al vertido de aguas residuales sin tratamiento -industriales y domiciliares- generadas principalmente por la capital guatemalteca.