El volcán de Fuego, uno de los tres activos en Guatemala, inició este jueves una fuerte fase eruptiva con explosiones, expulsión de ceniza y avalanchas de material incandescente, aunque sin provocar evacuaciones por el momento, anunciaron las autoridades.
“La actividad que se está registrando en estos momentos corresponde al inicio de una erupción de carácter estromboliano [mezcla de explosiones y flujos de lava] o mayormente efusivo”, dijo a periodistas Emilio Barillas, vocero del estatal Instituto de Vulcanología (Insivumeh).
La erupción provocó el descenso de material volcánico ardiente (flujo piroclástico), el principal de seis kilómetros de largo por un barranco del flanco suroeste que llegó a la base del volcán, agregó el funcionario.
El volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura y ubicado a 35 km al suroeste de la capital, Ciudad de Guatemala, está situado entre las provincias de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango y es uno de los tres colosos activos en Guatemala junto al Pacaya (sur) y Santiaguito (oeste).
Barillas explicó que la nueva fase eruptiva es la más fuerte registrada desde el 3 de junio de 2018, cuando una potente erupción provocó una avalancha que arrasó la comunidad San Miguel Los Lotes y parte de una carretera en el poblado vecino de Alotenango, dejando 215 muertos y una cifra similar de desaparecidos.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), ente a cargo de la protección civil, señaló que han reportado lluvia de ceniza en la comunidades Panimaché I y II, Morelia, El Porvenir, Santa Sofía y Sangre de Cristo del municipio de San Pedro Yepocapa, Chimaltenango, así como en el casco urbano del poblado asentado en las faldas occidentales del volcán.
“Por el momento no se han implementado procesos de evacuación, sin embargo, las autoridades territoriales mantienen las acciones [de vigilancia] en las áreas aledañas”, dijo David de León, vocero la Conred.
El alcalde de la ciudad de Escuintla, Abraham Rivera, solicitó a los vecinos de las zonas cercanas al volcán evitar acercarse a los barrancos naturales por donde descienden los flujos piroclásticos y alertó del riesgo de que las lluvias compliquen la situación ante la posibilidad del descenso de lahares (lodo) que podrían dejar incomunicadas varias aldeas.
El 11 de septiembre, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif) entregó a sus familiares los restos de 14 personas que murieron soterradas durante la erupción del Fuego en 2018.
El Inacif tiene pendiente identificar aún 137 fragmentos de huesos humanos recuperados en esa tragedia, pero las autoridades señalaron que el proceso es difícil porque el calor destruyó material genético vital.
Fuente: AFP