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Unos 18 miembros del grupo yihadista  (EI) murieron en las últimas horas en ataques aéreos y en choques con fuerzas kurdas en la ciudad de Mosul y sus alrededores, en Irak.

Mohamed Ibrahim al Bayat, jefe del Comité de Seguridad de la provincia de Nínive, dijo que nueve de los yihadistas murieron en bombardeos de la coalición internacional, encabezada por EEUU.

Siete extremistas murieron y cinco resultaron heridos al ser atacado el Ministerio de Juventud y Deportes, que es utilizado por el EI como oficina del "departamento de la hesba", el equivalente a una policía religiosa.

El otro objetivo fue la vivienda de un dirigente del EI originario de Kazajistán, que no se encontraba en el lugar en el momento del ataque.

En el bombardeo de la casa del dirigente del EI murieron al menos dos radicales de su servicio de escolta y seis civiles, entre ellos cuatro mujeres, resultaron heridos, indicó Al Bayati, que agregó que el bombardeo causó importantes destrozos materiales.

En el predio  se encuentra en la zona de Al Dendan, en el centro de Mosul, la segunda ciudad más poblada de Irak, y que lleva en manos de los yihadistas desde junio pasado.

Estos ataques aéreos se producen después de que bombardeos similares causaran en Mosul entre el viernes y el sábado pasados decenas de muertos y heridos en las filas del EI, entre ellos numerosos dirigentes.

Empero, hay confusión sobre la suerte del líder del Estado Islámico, Abu Bakr Al Bagdadi, de quien se dijo que pudo haber resultado herido en alguno de los bombardeos contra Mosul.

Otros nueve yihadistas murieron durante choques con las fuerzas de seguridad del Kurdistán iraquí cuando intentaban avanzar hacía la presa de Mosul.

EFE