Albania enfrenta una ola de incendios forestales agravada por las altas temperaturas, la sequía y los fuertes vientos. Este martes, un hombre de 80 años perdió la vida en la localidad de Gramsh tras provocar un incendio en el jardín de su casa. La Policía informó que la víctima murió por asfixia debido al humo inhalado, mientras el fuego se extendió rápidamente a localidades vecinas.
En el sur del país, más de 500 turistas fueron evacuados de Saranda debido al avance de un gran incendio que consumió gran parte del Parque Natural Ojo Azul, una reconocida atracción turística, y alcanzó el borde de la carretera principal de la región, provocando el cierre de varios tramos. Durante toda la noche, las llamas continuaron ardiendo en el área protegida, según reportó la cadena TV A2 CNN de Tirana.
Las labores de extinción se realizan tanto por tierra como por aire, con la participación de un helicóptero de la Fuerza Aérea de Albania, dos aviones cisterna enviados por Grecia, un helicóptero checo, uno eslovaco y, próximamente, un helicóptero Black Hawk de los Emiratos Árabes Unidos.
En las últimas 24 horas, se han registrado 50 incendios forestales en todo el territorio albanés, de los cuales 19 permanecen activos, informó el Ministerio de Defensa. La mayoría se encuentran en zonas montañosas, dificultando la intervención terrestre, y afectan principalmente bosques de pinos y otras especies vegetales.
Expertos advierten que el riesgo de incendios seguirá siendo alto en todos los condados del país y extremadamente alto en regiones como Shkodër, Lezhë y Elbasan. Los meteorólogos prevén temperaturas de hasta 41 °C y ausencia de lluvias al menos hasta el viernes.
Según datos oficiales, en julio las llamas consumieron unas 26,000 hectáreas de terreno en Albania, en medio de una temporada marcada por condiciones climáticas extremas.