En medio de esta lucha contra el nuevo coronavirus se han visto personas que lucran con el dolor ajeno, pero también a buenos ciudadanos que buscan ayudar a los demás. Este es el caso de Shahnawaz Shaikh (31), quien vendió su auto Ford Endeavour para comprar balones de oxígeno, ayudando a 250 familias que fueron infectadas con la COVID-19 en el suburbio de Malad, en India.
Según informa el portal Mumbai Mirror, el solidario varón compró su camioneta el 2011, con la cual se transportó durante nueve años. Pese a que tenía cierto cariño por su vehículo, decidió despegarse de él por un bien mayor.

¿Qué lo motivó a vender su auto?
Resulta que el 28 de mayo, la hermana de su socio comercial murió estando embarazada a causa del coronavirus. La mujer había sido llevada a cinco hospitales, pero fue rechazada.
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Shahnawaz Shaikh conversó con los médicos y le dijeron que si hubiera tenido un balón de oxígeno cerca, ella no hubiera fallecido. Al enterarse de esto, investigó y descubrió que había gran escasez de oxígeno en el mercado, por lo que vendió su carro.
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Desde el 5 de junio, el hombre distribuye gratuitamente a las personas que más necesitan este recurso necesaria para salvar vidas en medio de esta pandemia.
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“Un amigo mío me ayudó a contactar a un fabricante directamente. Se emocionaron cuando les dije que quería comprar cilindros y regalarlos gratis. Fueron muy útiles después de eso”, expresó el solidario caballero al mencionado medio local.
“Hay solo dos cosas simples que les pedimos a las personas que llaman para decir que necesitan balones de oxígeno: una, la recomendación de un médico y dos, que vengan a recogerla ellos mismos”, agregó.
Gran corazón
Dicho portal le preguntó si le dolió vender su auto para ayudar a las personas que necesitaban oxígeno, contestó que no, porque la vida vale más que cualquier objeto material.
“No es difícil renunciar a un automóvil para salvar la vida de alguien. Incluso si soy bendecido por una sola familia agradecida por este hecho, podré comprar cuatro de esos autos algún día”, indicó.