Las labores de rescate continúan este lunes en Texas tras las devastadoras inundaciones que han dejado más de 80 muertos, incluyendo 27 niñas y guías de un campamento cristiano arrasado por las crecidas del río Guadalupe en el condado de Kerr, la zona más golpeada por esta tragedia ocurrida durante el feriado del 4 de julio.
“Camp Mystic está de luto por la pérdida de 27 campistas y guías tras las inundaciones catastróficas en el río Guadalupe”, indicó la organización en un comunicado, mientras continúan las operaciones de búsqueda con helicópteros y equipos en tierra. Entre las víctimas se reportan al menos 40 adultos y 28 niños fallecidos en Kerr, y 13 más en áreas cercanas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que “probablemente” visitará Texas este viernes y firmó una declaración de catástrofe grave para liberar recursos federales, calificando la tragedia como “una catástrofe no vista en 100 años”. Trump minimizó las críticas por los recortes a agencias de pronóstico climático, mientras el gobernador Greg Abbott advirtió que nuevas lluvias podrían generar más inundaciones repentinas.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) alertó sobre tormentas eléctricas que podrían agravar la situación en terrenos ya saturados, mientras las autoridades pidieron a la población mantenerse alejada de ríos y arroyos crecidos. El río Guadalupe creció más de ocho metros en apenas 45 minutos, inundando cabañas y arrastrando a las menores mientras dormían.
La escena en el campamento es de completa devastación, con mantas, osos de peluche y pertenencias cubiertas de barro y ventanas destrozadas por la fuerza del agua. Las inundaciones comenzaron el viernes por la noche, cuando intensas lluvias cayeron en pocas horas, provocando un rápido aumento de los caudales.
Conocido como el “callejón de las inundaciones repentinas”, el sur y centro de Texas es propenso a este tipo de eventos, que según expertos se han intensificado con el cambio climático. Voluntarios de diversas partes del estado se han sumado a las labores de búsqueda, aunque las autoridades pidieron no utilizar drones personales para evitar accidentes con aeronaves de rescate.
Mientras la búsqueda continúa, también se ha iniciado la remoción de escombros, ya que carreteras y comunidades enteras han quedado intransitables. “Hay escombros por todas partes que inutilizan las carreteras y dificultan la reconstrucción”, señaló Abbott, al destacar que el impacto de esta tragedia aún está lejos de concluir.