El escritor español Javier Cercas, autor de un libro sobre Francisco, afirmó que el pontífice optó por no impulsar reformas radicales al considerar que la Iglesia no estaba lista para esos cambios. Subrayó que su legado es la vuelta al cristianismo primitivo.
El escritor español Javier Cercas, autor de un libro sobre Francisco, afirmó que el pontífice optó por no impulsar reformas radicales al considerar que la Iglesia no estaba lista para esos cambios. Subrayó que su legado es la vuelta al cristianismo primitivo.

El escritor español Javier Cercas, autor del libro “El loco de Dios en el fin del mundo”, dedicado al pontificado del papa Francisco, aseguró este lunes en Barcelona que el pontífice argentino no impulsó más reformas en la Iglesia católica porque consideró que esta no estaba preparada para asumirlas.

“Este papa no ha hecho muchas cosas porque ha llegado a la conclusión, probablemente acertada, de que la Iglesia no estaba preparada para esos cambios”, afirmó Cercas en declaraciones a la prensa, tras la muerte del pontífice ocurrida el lunes 21 de abril a los 88 años.

A juicio del autor, Francisco no lideró una revolución doctrinal, sino una transformación más profunda y estructural: “Si se puede hablar de una revolución en el Vaticano durante este papado, es la vuelta a la Iglesia primitiva, la que ya propugnaba el Concilio Vaticano II”, señaló.

Cercas, quien acompañó al pontífice en su último viaje a Mongolia, reflejó esa experiencia en su libro, que ha visto un notable incremento en ventas en España tras el fallecimiento del papa. Según explicó, durante esa travesía vio a “un hombre en lucha a muerte consigo mismo, muy consciente de sus defectos y flaquezas, que ha hecho lo posible por dar lo mejor de sí mismo”.

Respecto al futuro de la Iglesia, Cercas se mostró escéptico ante la idea de un giro conservador, pese a las corrientes políticas predominantes en el mundo. “Nadie sabe lo que va a ocurrir, pero ese giro no será fácil. El 79 % de los cardenales que elegirán al nuevo papa fueron nombrados por Francisco porque creía que compartían su misma línea y pensamiento”, sostuvo.

El escritor destacó que la intención de Francisco de renovar la Iglesia ya era evidente desde sus primeras declaraciones como papa: “Dijo que quería sacar a Cristo de la sacristía y ponerlo en la calle. Volver al cristianismo de los pobres, de los que no tienen dónde caerse muertos. Nada que ver con el cristianismo del poder, de las riquezas o del clericalismo”.

En ese sentido, concluyó que Francisco ha sido “el primer papa que se toma en serio el Vaticano II” y que su revolución apenas ha comenzado: “Dos mil años de historia no se cambian en un papado, ni en doce años”.