En una jornada con fuerte carga simbólica, el oficialismo nacional argentino, liderado por el presidente Javier Milei, logró una contundente victoria en las elecciones legislativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desplazando por primera vez en casi dos décadas al macrismo de su bastión histórico. La lista de La Libertad Avanza (LLA), encabezada por el portavoz presidencial Manuel Adorni, se impuso con el 30,1 % de los votos, frente al 27,5 % del peronista Leandro Santoro y al 15,9 % de Silvia Lospennato, candidata del partido Propuesta Republicana (Pro).
El triunfo de LLA representa no solo un giro político en la capital argentina, sino también un duro golpe para Mauricio Macri, cuyo partido gobernaba la ciudad desde 2007 y que en las últimas elecciones había alcanzado casi el 50 % del electorado. En contraste, el espacio libertario duplicó sus votos respecto a 2023, consolidando su ascenso como principal fuerza de oposición al peronismo a nivel nacional.
“Hoy se pintó de violeta el bastión amarillo”, celebró Milei, en alusión a los colores de su partido frente al tradicional amarillo del Pro. El mandatario convirtió la elección porteña en una prueba política clave para su gestión y para reforzar el liderazgo de su espacio rumbo a los comicios legislativos de octubre.
Adorni, el principal vencedor de la jornada, subrayó que “esta no era simplemente una elección local”, sino un enfrentamiento entre “dos modelos de país”, llamando abiertamente a otros partidos de centroderecha a alinearse con el proyecto de Milei. En paralelo, Santoro reconoció el surgimiento de una “nueva realidad” en el mapa político argentino, mientras que Lospennato admitió la derrota y criticó los métodos de campaña de LLA.
El resultado reconfigura el tablero político en la capital y tendrá impacto directo en las negociaciones para una posible alianza electoral en la provincia de Buenos Aires, donde Milei y Macri medirán fuerzas en un terreno dominado históricamente por el peronismo.