Noventa palestinos fueron liberados este lunes en Cisjordania ocupada como parte del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, que incluyó la entrega de 20 rehenes israelíes a las autoridades de Tel Aviv. El reencuentro de las familias se vivió entre lágrimas, abrazos y cánticos en las calles de Ramala, capital administrativa palestina.
Según el acuerdo, tras la devolución de los cautivos, más de 1,700 palestinos serían liberados en Gaza, 154 deportados a Egipto y 88 excarcelados en Cisjordania y Jerusalén Este, muchos de ellos detenidos sin cargos ni juicio.
“Estoy feliz, así de sencillo. La gente nos recibe con los brazos abiertos. La prisión fue terrible, las condiciones pésimas, sobre todo en los últimos dos años”, declaró a la agencia EFE Mohamed Ahmad al Khatib, uno de los liberados, condenado a 20 años en la prisión de Rimon, en Belén.
Dos años de guerra y represión
Khatib se refiere a los acontecimientos del 7 de octubre de 2023, cuando Hamás atacó Israel, matando a 1,200 personas y secuestrando a 251, lo que desencadenó una ofensiva militar israelí sobre Gaza que ha dejado al menos 67,000 muertos, la mayoría civiles.
Desde entonces, las condiciones en las cárceles israelíes se han endurecido bajo las órdenes del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, quien, según organizaciones de derechos humanos, limitó la comida, las duchas y la atención médica a los prisioneros palestinos, en lo que se ha descrito como una “política de hambre”.
Reencuentros y reclamos
Cuando los autobuses de la Cruz Roja llegaron a Ramala poco antes del mediodía, los familiares rompieron en llanto pese a la prohibición israelí de celebrar públicamente los reencuentros.
“No esperábamos que su nombre estuviera en la lista de liberados. Fue una gran sorpresa, gracias a Dios”, contó la madre de Musab Khwazeh, un joven condenado a diez meses de prisión. Denunció que “muchos jóvenes son arrestados injustamente y torturados hasta confesar delitos que no cometieron”.
Las familias también expresaron temor a que Israel reanude los ataques en Gaza una vez concluido el intercambio. “Ojalá que todas las potencias intervengan para que podamos vivir en paz y seguridad, nosotros y ellos (los israelíes)”, dijo Riad, un palestino que esperó más de dos décadas para reencontrarse con su hermano Mohamed, también liberado.
Un anhelo de paz
“Queremos recuperar nuestras fronteras de 1967 y vivir en libertad”, agregó Mohamed, aludiendo a los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este, ocupados por Israel desde entonces.
El intercambio marca uno de los momentos más significativos desde el inicio de la guerra en Gaza, aunque las tensiones continúan. La comunidad internacional ha pedido que el alto el fuego se mantenga y que se reanuden los esfuerzos para una solución de dos Estados que ponga fin a décadas de conflicto.