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El gran muftí de Australia, Ibrahim Abu Mohamed, y los principales líderes islámicos del país oceánico condenaron hoy la toma de un café en la zona centro de  donde un hombre armado mantiene como rehenes a un número indeterminado de personas.

"El gran muftí y el Consejo Nacional Australiano de Imanes condenamos este inequívoco acto criminal y reiteramos que tales acciones son denunciadas en parte y en todo en el Islam", según un comunicado emitido por el muftí.

Mohamed también expresó su solidaridad y apoyo a las víctimas en Sídney, que se calculan entre una decena a medio centenar, así como a sus seres queridos, al confiar en "una resolución pacífica de esta calamidad".

Por su lado, el presidente de la Asociación Musulmana Libanesa, Samier Dandan, dijo a la cadena local "ABC" que los líderes de su grupo islámico están dispuestos a ayudar en todo lo que les sea posible.

Durante las primeras imágenes transmitidas del secuestro por las cadenas de televisión se vio una bandera negra con una inscripción en árabe, que fue traducida como "No hay otro Dios que Alá y Mahoma es el único mensajero de Dios".

La Policía cerró rápidamente la zona financiera de Martin Place, donde se encuentra el establecimiento, y evacuó varios edificios, entre ellos la Casa de la Ópera de Sídney, el Parlamento y la Biblioteca estatal, en medio de un fuerte operativo policial, del que se tiene pocos detalles.

El comisionado de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, Andrew Scipione, confirmó que un hombre armado tomó el café, pero consideró que es muy pronto para hablar de supuestas motivaciones políticas.

También informó de que no ha tenido contacto directo con el atacante, que según imágenes difundidas por los medios de Sídney, lleva barba y un pañuelo en la frente con una inscripción en árabe.

Informes de radio no confirmados aseguran que el asaltante exigió hablar con el primer ministro, Tony Abbott, y asegura tener explosivos colocados en toda la ciudad.

En rueda de prensa, Abbott, con mucha cautela, se limitó a decir que se desconoce si la toma tiene motivaciones políticas, aunque consideró que hay "indicios" para pensarlo.

En una acción previa, la Policía detuvo a una persona en el noroeste de Sídney por su supuesto vínculo con el terrorismo, en un incidente que no ha sido vinculado a la toma del café.

En septiembre pasado, las autoridades australianas elevaron la alerta terrorista a "alto" por la posibilidad de posibles ataques terroristas a cargo de una sola persona, pequeños grupos o grandes organizaciones.