El despliegue de la Guardia Nacional de Estados Unidos en la frontera con México fue rechazado hoy por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y pidió que esta zona se transforme en un ejemplo de “vinculación y corresponsabilidad” entre los dos estados.
"El único futuro posible para nuestra región es el futuro edificado con puentes de confianza y desarrollo compartido, no con muros de indignidad y de violencia", señaló el organismo en una carta titulada ‘Por la dignidad de los migrantes’ y firmada por los obispos de la frontera norte de México y el consejo de presidencia del CEM.
En la misiva, que fue destinada a los presidentes Donald Trump (Estados Unidos), Enrique Peña Nieto (México) y a todos los ciudadanos de ambos países la CEM remarcó que la frontera “no es una zona de guerra”, haciendo a lo ya defendido por los obispos estadounidenses.
"Por la dignidad de los migrantes y por la dignidad de todos los habitantes de nuestros países, proponemos consumir nuestras energías en la creación de otro tipo de soluciones", que impliquen "fraternidad y enriquecimiento mutuo", apuntó la Conferencia del Episcopado Mexicano.