Una ofensiva aérea sobre la capital iraní ha provocado la muerte del general Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria, uno de los cuerpos militares más influyentes del país. La operación ocurrió durante la madrugada y tuvo como blanco el cuartel general de la organización.
Las autoridades iraníes calificaron la muerte de Salami como un acto de agresión grave y prometieron represalias. A través de un comunicado, anunciaron que el Estado de Israel “será castigado con dureza” y acusaron al gobierno estadounidense de haber respaldado la acción.
Además del comandante, también se reportó el fallecimiento de otros altos mandos militares, incluido el general Gholam Ali Rashid, y dos científicos vinculados al desarrollo nuclear. Según medios oficiales, el ataque alcanzó zonas residenciales del norte de Teherán, provocando también víctimas civiles.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, advirtió que la acción no quedará impune y acusó a Israel de haber cruzado una línea sin retorno. Desde Jerusalén, el primer ministro Benjamín Netanyahu defendió la ofensiva como una medida para frenar una “amenaza directa” a su país.