Además de una inmensa fortuna, ha acumulado capital político en la gestión de Donald Trump, lo que hace temer un exceso de poder. (Foto: AFP)
Además de una inmensa fortuna, ha acumulado capital político en la gestión de Donald Trump, lo que hace temer un exceso de poder. (Foto: AFP)

El magnate tecnológico Elon Musk recuperó después de tres años el título de la persona más rica del planeta gracias a una fortuna que asciende a 342,000 millones de dólares, según la Lista Forbes 2025 publicada el martes.

El consejero delegado de SpaceX, director general de Tesla y propietario de la red social X es la primera persona que alcanza la marca de los 300,000 millones de dólares de riqueza. Detrás han quedado otros magnates, como Mark Zuckerberg (dueño de Meta, con 216,000 millones), Jeff Bezos (Amazon, con 215,000 millones), Larry Ellison (Oracle, con 192,000 millones) y Bernard Arnault (Louis Vuitton Moët Hennessy, con 178,000 millones). Este último lideró el listado en 2023 y 2024.

Pero no es solo dinero lo que posee, sino también influencia política. El multimillonario de 53 años -nacido en Sudáfrica, pero con nacionalidades canadiense y estadounidense- se ha convertido en la mano derecha del actual presidente de EE.UU., Donald Trump. El republicano lo ha puesto al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), desde donde ha fomentado despidos masivos de funcionarios federales, desmantelamiento de agencias históricas (como USAID) y recortes presupuestarios drásticos.

Preocupación

El creciente poder del dueño de Tesla ha despertado suspicacias incluso dentro de las filas republicanas. Un análisis del diario The New York Times sugiere que “Musk se ha convertido, para bien o para mal, en un componente esencial tanto de la operación política de Trump como del aparato más amplio del Partido Republicano”. Es el hombre del dinero del partido: ha destinado 100 millones de dólares a grupos externos de Trump, además de los casi 300 millones que gastó en las elecciones de 2024. Asimismo, dice el periódico, “controla el canal mediático más importante de la política del Partido Republicano -el sitio web X, antes conocido como Twitter-, lo que hace que a los republicanos les aterrorice caerle mal”.

Desde la oposición demócrata, se acusa que, a pesar de su discurso libertario en favor de reducción del Estado, Musk se beneficia del dinero público y ganaría unos ocho millones de dólares diarios en contratos con el Gobierno. De acuerdo con The New York Times, que cita a actuales y pasados funcionarios federales, la empresa aeroespacial de Musk, SpaceX, se está posicionando para lograr miles de millones de dólares en nuevos contratos federales u otro tipo de apoyo.

Inclusive para la ciudadanía, el multimillonario es motivo de preocupación. Según un informe de la CNN, el 50% de los encuestados en un sondeo nacional de Marist/NPR/PBS realizado a finales de febrero tenía una opinión desfavorable de Musk, frente al 39% que tenía una opinión favorable. Otra encuesta de la Universidad Quinnipiac reveló que, en general, el 55% de los votantes cree que Musk tiene demasiado poder en la toma de decisiones que afectan a EE.UU.

El contrato del hombre más rico del mundo con el Gobierno federal tiene una duración teórica de 130 días, desde la investidura, el 20 de enero, hasta finales de mayo. El jueves, a bordo del avión presidencial Air Force One, Trump fue preguntado por la prensa acerca de la permanencia de Musk. “Elon es genial, pero también tiene que dirigir un gran número de empresas”, declaró el mandatario, que añadió que “en algún punto Elon tendrá que marcharse”. Al ser interrogado por una fecha, respondió “en unos meses”, si bien agregó que desearía que se quedara “el mayor tiempo posible”.

Ultraderecha

El multimillonario también ha generado polémica por su afinidad con grupos ultraconservadores o de ultraderecha. Por ejemplo, ha apoyado públicamente al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Además, ha señalado que la nación germana se enfoca “demasiado en la culpa del pasado”, en un aparente esfuerzo por minimizar la sombra de los nazis.

Sus posturas ideológicas y su vínculo estrecho Trump ya le han jugado en contra en el plano económico. En lo que sería un rechazo de los consumidores a las actitudes políticas de Musk, las ventas de autos eléctricos Tesla cayeron 13% en el trimestre que cerró el 31 de marzo. Ello, sin contar que la marca ha sido objeto de críticas, vandalismo, protestas y llamados al boicot en EE.UU. y otros países.

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