Hasta el hartazgo hemos visto en las películas de Hollywood que tripulaciones espaciales son capaces de evitar que un asteroide destruya la Tierra, son situaciones que solo quedan en el terreno de la ficción, pero recientemente la NASA convirtió en realidad lo que hasta el momento era exclusivo del cine, y sin la ayuda de Robert Duvall o Bruce Willis.
Simulando que el asteroide Dimorphos (satélite de un asteroide más grande llamado Didymos, a unos 109 millones de kilómetros de la Tierra) era un peligro para la humanidad, la NASA logró desviar su trayectoria y de esta forma evitó que “impactara” y acabara con la humanidad. ¿Cómo lo logró?
La NASA lanzó deliberadamente la nave de la misión DART (del tamaño de una nevera) contra el asteroide el pasado 26 de setiembre. Luego del impacto logró desplazarlo y redujo su órbita en 32 minutos. Cabe resaltar que el asteroide Dimorphos nunca representó una amenaza para la Tierra, lo que convirtió al espacio en el escenario perfecto para realizar un simulacro de catástrofe.
“Este es el laboratorio natural perfecto. Hacemos esta prueba cuando no es necesario, en un asteroide que no es un peligro, en caso de que alguna vez lo necesitemos y descubramos un asteroide que sí es un peligro”, dijo el el científico del programa DART de la NASA, Tom Statler, al diario Independent.
Hasta antes del impacto, los científicos de la NASA estimaron como exitoso que la órbita de Dimorphos cambiara entre 73 segundos y 10 minutos.
El científico Bill Nelson le dijo a la agencia AFP que, con los 32 minutos obtenidos, “le demostramos al mundo que la NASA es seria como defensora de este planeta”.
“Parece el guion de una película. Pero no es Hollywood (...). Esta misión demuestra que la NASA intenta estar preparada para cualquier cosa que el universo pueda enviarnos”, agregó Nelson.
¿Y si aparece un asteroide más grande?
El oficial de defensa planetaria de la NASA, Lindley Johnson, explicó que DART tiene un tamaño específico para tener el efecto deseado en Dimorphos y que ante un peligro real se deberá enfrentar la situación de acuerdo al tamaño de la amenaza.
“Dependería del tamaño del asteroide cuánto necesitaríamos para golpearlo. En el caso del impactador cinético, probablemente deba ser más grande que Dart, y también podríamos golpearlo con varios impactadores cinéticos”, explicó Lindley.
Sherry Fieber-Beyer, profesora asistente de Estudios Espaciales de la Universidad de Dakota del Norte, estimó que un impactador cinético definitivamente funcionaría en un asteroide de cuerpo rocoso o en un gran cometa, pero si el asteroide es de hierro y níquel “no va a funcionar”.
Sin embargo, la clave para Fieber-Beyer es la antelación y desviación, por muy pequeña que parezca.
“Si un objeto inicialmente en una trayectoria para impactar justo en el medio de la faz de la Tierra, llega tan solo cinco minutos antes o después, un desastre potencial se convertiría en un casi choque”, manifestó.
Sin asteroides que nos amenacen
Se han catalogado casi 30.000 asteroides de todos los tamaños en las inmediaciones de la Tierra, pero ninguno de ellos amenaza nuestro planeta durante los próximos 100 años, a no ser que no se tenga conocimiento de algunos, según la agencia AFP.
Casi todos los de un kilómetro o más han sido localizados, según los científicos. Pero estiman que solo conocen alrededor del 40% de los asteroides que miden 140 metros o más, aquellos capaces de devastar una región entera. Sin embargo, luego de la misión DART, los científicos -y la humanidad en general- respiran con algo más de tranquilidad.