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El  exhortó en su mensaje tradicional de  el fin de la "persecución brutal" a "grupos étnicos y religiosos" en Irak y Siria, tema que lo viene preocupando desde hace mucho tiempo, según él mismo expresó.

Francisco condenó la violencia y tráficos de los que son víctimas los niños en muchas partes del mundo, lamentando que 
"tantos niños (sean) víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas", esto último aludiendo a los muertos recientemente en una escuela de Pakistán.

El pronunció su mensaje "urbi et orbi" (a la ciudad y el mundo) en la Basílica San Pedro a una multitud de fieles, congregados bajo un tiempo gris pero suave.

Además Francisco se refirió asimismo a los niños "muertos antes de ver la luz" en una condena explícita del aborto.

SOBRE LA NECESIDAD DEL PERDÓN

Respecto a Ucrania, el  pidió "vencer el odio y la violencia, y emprender un nuevo camino de fraternidad y reconciliación".

Finalmente, el líder religioso expresó su solidaridad con las víctimas de la epidemia del  "especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea". "Agradezco de corazón a los que se están esforzando con valentía para ayudar a los enfermos y sus familias", afirmó.