El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, se pronunció este jueves enérgicamente durante una rueda de prensa, rechazando categóricamente el comunicado del Departamento de Estado de Estados Unidos, en el que se anunciaba que el país centroamericano había acordado no cobrar tarifas a los buques del gobierno de EE. UU.
“Tengo que rechazar ese comunicado del Departamento de Estado porque está basado sobre una falsedad (...) Eso es intolerable, simple y sencillamente intolerable”, afirmó Mulino, subrayando que las relaciones bilaterales deben fundamentarse en la verdad y la transparencia.
El anuncio estadounidense, difundido a través de la red social X, sugería que esta medida implicaría un ahorro de millones de dólares para Washington, en contraposición a las declaraciones de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), organismo independiente encargado de administrar esta estratégica vía, que negó haber ajustado cualquier tarifa. Mulino puntualizó que “tampoco es que el peaje del canal esté quebrando la economía de los Estados Unidos”, al mencionar que los ingresos provenientes de los buques militares rondan entre 6 y 7 millones de dólares anuales, una cifra insignificante frente a los múltiples intereses que unen a ambas naciones.
La controversia se agrava en un contexto de tensiones internacionales, donde el ex presidente Donald Trump ha amenazado con retomar el control del canal y la reciente visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, evidenció presiones sobre Panamá para que se aleje de la influencia china.
En ese marco, Mulino anunció además la cancelación del acuerdo económico de la Franja y la Ruta, firmado en 2017 y vigente hasta 2026. “La embajada de Panamá en Pekín presentó el documento correspondiente para anunciar la cancelación con 90 días de anticipación. Así que, esa es una decisión que tomé”, enfatizó el mandatario.
Por otra parte, el gobierno panameño mantiene vigente una auditoría integral sobre la concesión otorgada a Hutchison Holdings, empresa de Hong Kong que opera dos puertos en las entradas del canal, con miras a evaluar si se han vulnerado los términos de la concesión y si ello ocasiona un perjuicio económico inminente al país. Mulino aseguró que, en caso de incumplimientos, se tomarán las medidas pertinentes.
Con el Canal de Panamá, inaugurado en 1914 y que hoy representa el 5% del comercio marítimo mundial, en el centro de estas disputas, Panamá reafirma su compromiso de gestionar la vía de forma autónoma, protegiendo sus intereses nacionales y evitando ser parte de maniobras que se basen en “mentiras y falsedades”.
Mientras tanto, el secretario Rubio tiene previsto mantener una conversación telefónica con Mulino este viernes para discutir la situación, en medio de la incertidumbre sobre el futuro de esta vital ruta interoceánica.