El Papa Francisco sorprendió hoy a los presentes en la Plaza San Pedro del Vaticano cuando se acercó a bendecirlos sin protección alguna contra la lluvia.
Poco antes de que inicien sus audiencias generales de los miércoles, el Sumo Pontífice decidió darse un "baño de popularidad" con quienes habían acudido a verlo. Y, pese a la lluvia, se animó a continuar en el vehículo descapotado para poder saludar con tranquilidad a quienes pedían su bendición.
Si bien su seguridad le ofreció un paraguas para cubrirse, el Papa prefirió continuar su marcha para mantenerse en contacto directo con los feligreses.
"Queridos hermanos y hermanas, ¡buen día! Felicitaciones, con este día feo fueron valientes", saludó el Santo Padre al iniciar la catequesis del día.
Los presentes respondieron con palmas y resaltaron el acto de humildad del representante de Pedro en la tierra.