En una misa multitudinaria celebrada en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV marcó el tono de su pontificado al denunciar los efectos destructivos de un modelo económico que “explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres”, y al abogar por la paz, la unidad y la caridad como pilares de su guía espiritual.
Durante la ceremonia, que congregó a más de 200.000 fieles, según cifras oficiales, el pontífice de origen peruano-estadounidense recibió los símbolos del poder papal: el palio y el Anillo del Pescador. La misa contó con la presencia de autoridades internacionales como el vicepresidente estadounidense JD Vance, la presidenta del Perú Dina Boluarte, y los presidentes de Colombia, Ecuador y Paraguay.
“En nuestro tiempo, vemos demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios y un paradigma económico que margina”, declaró León XIV en su homilía.
El papa —cuyo nombre de nacimiento es Robert Francis Prevost— eligió su nombre en honor a León XIII, impulsor de la doctrina social de la Iglesia. Esta decisión refuerza su compromiso con una Iglesia con rostro social, cercana a los más vulnerables y crítica de la injusticia estructural.
Encuentros diplomáticos y símbolos de paz
Antes de la misa, León XIV se reunió brevemente con Dina Boluarte, presidenta del país en el que vivió más de 20 años como misionero en Chiclayo. También saludó a JD Vance, vicepresidente de EE. UU., y recibió en audiencia privada al presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
En un mensaje posterior, el papa habló del sufrimiento en Ucrania y Gaza, y pidió “negociaciones para una paz justa y duradera”, así como protección para “niños, familias y ancianos que pasan hambre”.
Un pontífice bajo la mirada del mundo
Con 69 años, el nuevo líder de la Iglesia Católica asume su misión en un contexto de expectativas altas y desafíos profundos. Entre ellos, los escándalos de abusos sexuales que siguen afectando la credibilidad eclesial, el debate sobre el rol de las mujeres en la Iglesia, el celibato sacerdotal, y las reformas económicas del Vaticano.
Durante su primera semana, León XIV ya ha planteado su visión sobre el papel de la familia, defendiendo la unión estable entre un hombre y una mujer, y ha reiterado su llamado a terminar con las condiciones laborales indignas y las desigualdades globales.
Entre los asistentes también estuvieron los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y el nuevo canciller de Alemania, Friedrich Merz, lo que confirma el interés geopolítico que genera este nuevo pontificado.