Margaret Adams es una anciana de 85 años que inició una campaña para que se prohíba la pirotecnia, luego que su perra Suzy quedara ciega debido a un ataque de pánico causado por un espectáculo de fuegos artificiales.
Según cuenta Margaret, todo comenzó cuando un espectáculo de fuegos artificiales tuvo sitio cerca a su hogar. Los estallidos de los petardos provocaron que la perrita sufra un terrible ataque de pánico y estrés, ocasionando que la mascota se escondiera por los rincones más oscuros de la vivienda de la anciana.
"Estábamos sentadas viendo la televisión cuando alguien comenzó a tirar fuegos artificiales. Suzy siempre se estresa mucho cuando comienzan y ese día comenzó a intentar escalar paredes y esconderse en rincones oscuros", relató Adams.
Al siguiente día la mujer descubrió que los ojos de Suzy estaban distintos. El veterinario le explicó a la mujer que el color diferente era porque el animal tenía un glaucoma en ambos ojos causándole ceguera a la mascota.
Eso fue hace cuatro años, en 2015, y ahora ha sido cuando Margaret Adams ha contado la historia y ha apoyado una campaña de 'change.org' que pide "revisar las reglas de los fuegos artificiales para proteger a los animales de lesiones y angustia".
Más de medio millón de personas han firmado ya la petición iniciada por Julie Doorne que denuncia que "los fuegos artificiales pueden causar grave estrés a los animales".