Dos delincuentes mataron a un taxista que se resistió a pagarles el cupo que pretendían cobrarle para dejarlo trabajar. Ante tal injusticia, los vecinos de su distrito, en Guatemala, decidieron vengarlo de la manera más salvaje.
Los extorsionadores fueron golpeados y quemados vivos por una multitud de personas que finalmente hizo justicia por sus propias manos. Aproximadamente 500 vecinos prendieron fuego a los delincuentes de 18 y 19 años.
Durante el linchamiento, el padre de los delincuentes y la policía intentaron salvar a los hampones. Pero los enfurecidos vecinos lo impidieron.