Militares rusos de una división de rifles motorizados realizando ejercicios en el campo de tiro Kadamovsky en la región sur de Rostov. (Foto: Russian Defence Ministry / AFP)
Militares rusos de una división de rifles motorizados realizando ejercicios en el campo de tiro Kadamovsky en la región sur de Rostov. (Foto: Russian Defence Ministry / AFP)

La tensa situación entre Rusia y Ucrania hace prever una crisis que aumenta las amenazas de un posible conflicto armado que involucraría a otras naciones.

Por un lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, considera a Ucrania como parte de su nación, por lo que no descarta una posible invasión; asimismo, exige dejar por escrito que dicho país no será parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Sin embargo, el gobernante de EE.UU., Joe Biden, asegura que el mandatario ruso está tratando de mostrar su fuerza y advierte de “sanciones sin precedentes” si es que logra ingresar a suelo ucraniano.

Ante las amenazas de esta magnitud, es necesario saber qué hay de fondo en esta situación y qué tan probables son las amenazas de invasión y guerra.

¿Por qué a Rusia le interesa Ucrania?

Como Rusia, Ucrania formó parte de la Unión Soviética (URSS), durante su existencia entre 1922 y 1991. Tras la caída de la URSS, el gobierno ucraniano empezó un acercamiento con la Unión Europea y Estados Unidos.

Sin embargo, al interior de Ucrania aun existen divisiones entre quienes buscan formar parte de la Europa Occidental y quienes desean estrechar lazos con Rusia.

Un militar de las Fuerzas Militares de Ucrania revisa su arma mientras se encuentra en una trinchera en la línea del frente con los separatistas respaldados por Rusia cerca de la aldea de Zolote, en la región oriental de Lugansk. (Foto: Anatolii STEPANOV / AFP)
Un militar de las Fuerzas Militares de Ucrania revisa su arma mientras se encuentra en una trinchera en la línea del frente con los separatistas respaldados por Rusia cerca de la aldea de Zolote, en la región oriental de Lugansk. (Foto: Anatolii STEPANOV / AFP)

Guerra en el Donbás

El origen de las tensiones radica en el este de Ucrania, el Donbás, donde en 2014 estalló una guerra entre el Ejército ucraniano y separatistas prorrusos apoyados por Moscú. Durante ese conflicto, el presidente prorruso de Ucrania, Víktor Yanukovich, fue derrocado.

A un mes del comienzo de las hostilidades en el este ucraniano, Rusia anexionó la península de Crimea, aunque la comunidad internacional continúa considerando la península bajo soberanía ucraniana.

El conflicto, que, según la ONU, ha causado más de 14.000 muertos en ambos bandos - tanto militares como civiles- se encuentra ahora en estado congelado a falta de cumplimiento de acuerdos de paz de Minsk, firmados en 2015.

Rusia y Ucrania

Los dos países comparten una historia milenaria que se remonta al llamado Rus de Kiev, un principado que existió desde el siglo IX hasta el XIII.

En un texto publicado en julio, el presidente Vladimir Putin afirmó que “rusos y ucranianos son una sola nación” que pertenece a “un mismo espacio histórico y espiritual”.

En su conferencia de prensa anual, afirmó que Ucrania había sido “creada por Lenin” en los primeros años de la Unión Soviética, una forma de negar las especificidades de esta nación, que presentó como artificial.

Hambruna

Entre los principales hechos históricos en disputa entre Rusia y Ucrania está el “Holodomor”, la gran hambruna que mató a varios millones de personas en 1932 y 1933 en Ucrania.

Tanto Kiev como los historiadores califican esta tragedia de “genocidio” orquestado por Stalin contra el pueblo ucraniano que se resistió a la colectivización de la tierra.

Pero Moscú y otros historiadores rechazan esta caracterización, situando los acontecimientos en el contexto más amplio de las hambrunas que también se cobraron muchas víctimas en Asia Central y Rusia.

Es poco probable que esta controversia disminuya porque el Kremlin, que defiende una visión glorificada de la historia rusa, intenta restar importancia a los crímenes estalinistas.

Lo que no quiere Vladimir Putin

El presidente ruso se niega a que Ucrania forme parte de la OTAN, ya que considera que la alianza se está expandiendo a niveles que amenazan la existencia del país. Además, tal como destaca la GDA, un ataque contra uno es un ataque contra todos, y la respuesta es conjunta.

Rusia exige un pacto a EE.UU.

Las relaciones entre Rusia y EE.UU. se encuentran ahora en un punto “crítico y peligroso”, afirma Moscú.

Para evitar un mayor deterioro de la situación, Rusia exigió a Washington y la OTAN garantías de seguridad, que prevén, en primer lugar, un veto a la ampliación de la Alianza hacia las fronteras rusas y el cese de sus actividades en las antiguas repúblicas soviéticas, que Moscú ve como su área de influencia.

En este sentido, Moscú espera de la OTAN un documento por escrito con su posición sobre la futura arquitectura de seguridad en Europa, que debe incluir garantías de que las exsoviéticas Ucrania y Georgia nunca ingresarán en la Alianza, pese a sus anhelos de hacerlo.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hace un gesto mientras habla durante una conferencia de prensa después de la cumbre de la OTAN. (Foto: Brendan SMIALOWSKI / AFP)
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hace un gesto mientras habla durante una conferencia de prensa después de la cumbre de la OTAN. (Foto: Brendan SMIALOWSKI / AFP)

Moscú niega planes de atacar

Rusia niega planes de atacar o invadir Ucrania pese a un aumento sustancial de tropas en la frontera con el país vecino.

Según Moscú, el desplazamiento de las unidades militares dentro de las fronteras rusas es el derecho soberano del país, que no incumbe a otros estados.

El presidente Vladímir Putin dijo recientemente que Rusia no tiene planes agresivos, pero reaccionará con “dureza” en caso de medidas inamistosas de países occidentales, en referencia a la posible negativa de la OTAN de renunciar a sus actividades militares en Europa del Este. “Están en nuestra puerta. (...) No tenemos donde retirarnos”, dijo el jefe del Kremlin.

Esta semana, la OTAN decidió tender nuevamente una mano a Rusia para reducir las tensiones provocadas por el despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania, pero “está preparada para lo peor”, afirmó el miércoles el secretario general de la alianza transatlántica, Jens Stoltenberg.

La organización, que presentó este miércoles su respuesta a las demandas de Rusia en materia de seguridad regional, busca “un camino de diálogo” para hallar una “solución política” a la crisis, aseguró Stoltenberg.

Con información de EFE y AFP

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