Las autoridades sanitarias del estado de Ecuatoria Occidental, en el suroeste de Sudán del Sur, emitieron una alerta por el preocupante aumento de infecciones por VIH/SIDA en la región, con 44.063 personas afectadas, la cifra más alta en el país más joven del mundo.
“Este es un momento crítico para Ecuatoria Occidental”, advirtió Santino David Tambua, alto funcionario de la Comisión Estatal de VIH/SIDA (SAC), quien instó a implementar “estrategias integrales de prevención” para evitar que la situación se salga de control.
De las más de 44.000 personas infectadas, solo 16.161 reciben tratamiento antirretroviral (ARV), mientras que 28.000 no tienen acceso a estos medicamentos esenciales. Tambua expresó preocupación por la disparidad de género en el acceso a tratamiento, precisando que solo 4.680 hombres reciben atención frente a 11.481 mujeres, lo que deja a las comunidades en mayor vulnerabilidad.
“Las mujeres acceden con mayor facilidad a los servicios, mientras que los hombres se están quedando atrás”, subrayó Tambua en declaraciones a EFE.
Ante este panorama, el director ejecutivo de la Red de Personas que Viven con el VIH, Peter Kassara, hizo un llamado a la población a realizarse pruebas cada tres meses y a no abandonar sus tratamientos, recordando que “la lucha aún no ha terminado”.
La Red de Personas que Viven con el VIH y la Comisión Estatal han lanzado campañas de concienciación, diagnóstico temprano y fomento de prácticas sexuales seguras, con el objetivo de avanzar hacia la meta global de erradicar el SIDA como amenaza de salud pública antes de 2030.
Por su parte, la Comisión Nacional de VIH/SIDA de Sudán del Sur implementa la Política de Prevención del VIH 2025–2027 con el objetivo de reforzar los esfuerzos de prevención, diagnóstico y tratamiento en todo el país.
Aunque la prevalencia del VIH en Ecuatoria Occidental ha bajado ligeramente de 7,8 % a 6,8 %, continúa siendo la más alta del país. Expertos en salud atribuyen esta situación a la movilidad transfronteriza, el limitado acceso a servicios médicos y las dificultades socioeconómicas que enfrenta la región, factores que siguen alimentando la propagación del virus.