La tensión entre Irán e Israel alcanzó un nuevo punto crítico este domingo con el lanzamiento de una séptima oleada de misiles desde territorio iraní hacia distintas zonas de Israel, según confirmó el Ejército israelí, que activó de inmediato sus sistemas de defensa aérea.
“Los sistemas de defensa operan para interceptar la amenaza”, señalaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mientras las sirenas antiaéreas sonaban en Jerusalén, Tel Aviv y otras regiones del centro y norte del país. El Ejército informó que su Fuerza Aérea continúa ejecutando maniobras para interceptar los misiles y atacar objetivos “donde sea necesario para eliminar la amenaza”.
Minutos antes del ataque, la aviación israelí estaba bombardeando posiciones en Teherán, según reportes de la agencia EFE. Estos ataques forman parte de una campaña militar que Israel inició el viernes pasado con el objetivo de debilitar las capacidades nucleares y armamentísticas de Irán.
Desde entonces, la Fuerza Aérea israelí ha atacado plantas nucleares como Natanz e Isfahán, así como almacenes de misiles balísticos y sistemas de defensa aérea iraníes. También se reportan ofensivas contra altos mandos de la Guardia Revolucionaria y científicos nucleares.
La escalada ya ha dejado al menos 14 muertos y unos 200 heridos en Israel. En Irán, aunque las autoridades no han emitido un balance oficial, medios independientes informan de más de 100 fallecidos.
Durante una visita a Bat Yam —localidad afectada por un misil que impactó anoche contra un edificio de diez pisos dejando siete muertos, incluidos dos menores—, el primer ministro Benjamín Netanyahu lanzó una advertencia: “Irán pagará un alto precio por matar a civiles, mujeres y niños intencionadamente. Lograremos nuestro objetivo de un solo golpe”.
Hasta el momento, el servicio de emergencias Magen David Adom y el cuerpo de bomberos israelí no han recibido reportes de nuevos impactos con víctimas tras esta última oleada.