Las inundaciones repentinas en Texas dejaron al menos 104 muertos, entre ellos 27 niñas y guías de un campamento de verano, mientras los equipos de rescate continúan la búsqueda de desaparecidos en el estado sureño de Estados Unidos.
El fin de semana festivo del 4 de julio se convirtió en tragedia cuando las intensas lluvias desbordaron ríos y anegaron terrenos saturados. El condado de Kerr, uno de los más afectados, reportó el lunes 84 fallecidos, incluidos 28 menores. Las autoridades anticipan que la cifra seguirá en aumento debido a las lluvias persistentes.
“Todavía hay una amenaza de fuertes lluvias con potencial de inundaciones”, alertó el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Entre las escenas más desgarradoras figura lo ocurrido en Camp Mystic, un campamento cristiano exclusivo para niñas, donde unas 750 personas fueron sorprendidas mientras dormían por el desborde del río Guadalupe, que alcanzó las copas de los árboles y arrastró a varias menores. “El último mensaje que recibieron sus padres fue: ‘Nos está arrastrando el agua’”, relató un voluntario que apoya en la búsqueda.
En medio del luto, el presidente Donald Trump anunció que visitará Texas este viernes y calificó el desastre como “una catástrofe no vista en 100 años”. Firmó el domingo una declaración de catástrofe grave, lo que permite liberar recursos federales de emergencia para las labores de rescate, en las que participan helicópteros, embarcaciones y perros rastreadores.
Críticas a los sistemas de alerta
Aunque el Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas, algunos residentes han cuestionado la falta de sistemas de alerta más efectivos en una región conocida como el “callejón de las inundaciones repentinas”.
“Cinco minutos de sirena podrían haber salvado a esos niños”, reclamó Nicole Wilson, madre de San Antonio, quien había considerado enviar a sus hijas al campamento Mystic.
En San Antonio, residentes realizaron una vigilia con velas en honor a las víctimas, pidiendo medidas para evitar tragedias similares en el futuro.
Impacto del cambio climático
Texas enfrenta eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes e intensos, impulsados por el cambio climático, según advierten expertos. Las inundaciones repentinas ocurren cuando el suelo ya saturado no puede absorber lluvias torrenciales, generando desbordes en pocas horas.
“Texas está de luto”, expresó el senador Ted Cruz, sumándose a los mensajes de solidaridad con las familias afectadas.
Las autoridades piden a la población mantenerse alejada de ríos y arroyos crecidos mientras continúan las lluvias y se intensifican las labores de búsqueda de desaparecidos.