En medio de ataques rusos que dejaron a gran parte del país sin electricidad, los ucranianos celebraron la Navidad con esperanza y resistencia, honrando a los soldados ausentes y manteniendo vivas sus tradiciones bajo la sombra de la guerra. (Foto de Roman PILIPEY / AFP)
En medio de ataques rusos que dejaron a gran parte del país sin electricidad, los ucranianos celebraron la Navidad con esperanza y resistencia, honrando a los soldados ausentes y manteniendo vivas sus tradiciones bajo la sombra de la guerra. (Foto de Roman PILIPEY / AFP)

Los ucranianos celebraron su tercera Navidad desde el inicio de la invasión rusa bajo el eco de las alarmas antiaéreas y los constantes ataques aéreos que afectaron zonas habitadas e infraestructuras energéticas. Según el presidente Volodímir Zelenski, el ataque masivo con 180 drones y misiles, lanzado deliberadamente por Rusia en esta fecha, tenía como objetivo causar apagones y desestabilizar al país durante las celebraciones.

Pese a los esfuerzos de las defensas aéreas, múltiples elementos de la red eléctrica resultaron dañados, dejando a gran parte de la población sin electricidad por hasta medio día.

Celebraciones a pesar de todo

En ciudades como Leópolis, una vez cesaron las alarmas, las calles se llenaron de personas dirigiéndose a las iglesias y niños disfrazados cantando villancicos. Maksim, un voluntario que ensambla drones para el ejército, expresó que “es bueno sentir algo del espíritu festivo” mientras observaba a su hija participar en tradiciones como la instalación de un ‘diduj’, una decoración hecha de gavillas de trigo.

El alcalde de Leópolis, Andrí Sadovi, se unió a las celebraciones tradicionales y alentó a los ciudadanos a mantener su fortaleza de espíritu en estos tiempos difíciles, repartiendo bollos navideños conocidos como ‘pampuj’.

Galina, quien viajó desde la República Checa con su hija, expresó: “No tenemos miedo. Vamos a cantar villancicos, celebrar junto con nuestras familias y, sobre todo, esperamos nuestra victoria”.

Una Navidad marcada por la ausencia

La celebración estuvo ensombrecida por las ausencias de aquellos en el frente o que han perdido la vida. En el Belén frente al ayuntamiento de Leópolis, una pancarta representaba a soldados caminando bajo una estrella navideña entre un bosque quemado, como símbolo del sacrificio y la pérdida.

El padre Taras Mijalchuk, prior de la Iglesia de la Guarnición de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, recordó en sus oraciones a los soldados que no pudieron estar con sus familias. Minutos antes, cuatro soldados ucranianos recibieron el último adiós en este mismo templo.

Natalia Protsik, esposa de un soldado desaparecido hace dos años, describió estas fiestas como tristes, pero llenas de esperanza. Junto con otras familias, organizó en una plaza central mesas festivas con sillas vacías y uniformes militares, en memoria de los desaparecidos y como símbolo de su regreso.

Resistencia y esperanza

A pesar de la incertidumbre, estas familias no caen en la desesperación, sino que eligen creer en el retorno de sus seres queridos. En el frente, algunos soldados lograron compartir cenas en las trincheras y enviaron mensajes de esperanza a sus familias a través de redes sociales.

El economista y soldado Lubomir Shavaliuk compartió un mensaje emotivo: “Solo tengo un pequeño deseo por Navidad: recordad Ucrania. Cada día que continuamos esta lucha desigual, el mundo se convierte en un lugar mejor”.

Esta Navidad, entre bombardeos y oscuridad, Ucrania volvió a demostrar que su fuerza radica en la unión, la resistencia y la esperanza de un futuro mejor.

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