Unas 300 personas murieron por arma de fuego desde matanza en Newtown
Unas 300 personas murieron por arma de fuego desde matanza en Newtown

Desde la matanza en una escuela de Connecticut que capturó la atención mundial, más de 330 personas han muerto a balazos en Estados Unidos donde se acelera la venta de rifles de asalto y de cargadores de alto contenido.

El 14 de diciembre un joven, armado con un rifle Bushmaster -la versión civil del AR-15, que es el arma estándar de la infantería estadounidense- y dos armas cortas, mató a su madre, irrumpió en una escuela primaria de Newtown (Connecticut) donde mató a seis adultos y 20 niños, y se suicidó.

La matanza, similar a otras que ocurren esporádicamente en Estados Unidos, reavivó el debate sobre la tenencia y porte de armas de fuego, repitió las mismas acusaciones y explicaciones, y ya va sumándose a la lista de tragedias que se discuten y no se evitan.

Los informes de las policías, los diarios, las estaciones de radio y televisión locales indican que, entre el 14 de diciembre -incluido el ataque en Connecticut- y el 29 de diciembre, por lo menos 321 personas murieron en todo el país por heridas causadas con armas de fuego.

La Campaña Brady, el mayor grupo que brega por un control más estricto de las armas de fuego, calcula que cada año unas 100.000 personas en Estados Unidos sufren heridas de bala, por ataques o accidentes, y unas 30.000 mueren en homicidios, accidentes y suicidios con armas de fuego.

La mera mención de que podrían imponerse restricciones a la venta a civiles de armas diseñadas para combate militar ha causado un incremento en las compras tanto de los rifles de asalto como de los cargadores que tienen, en algunos casos, hasta 30 balas que pueden dispararse en pocos segundos.