Considerando que la política exterior fundamentalmente es la externalización de los intereses internos del país, y atendiendo a que la Constitución establece en su artículo 118° inciso 11 como prerrogativa del presidente de la República “…dirigir la política exterior…”, hoy iniciamos el año jubilar de la víspera del esperado Bicentenario del Perú y en ese marco, los retos pendientes de nuestra política exterior, a mi juicio, son los siguientes: 1° Denunciar el Pacto de San José de Costa Rica -es una completa mentira que por hacerlo seremos sancionados- para aplicar la pena de muerte para los violadores de menores. 2° Liberados de ese óbice jurídico, reglamentar la pena de muerte para los terroristas que ya está prevista en la Constitución Política de 1993. 3° Para no quedar en el limbo supranacional, consensuar con los países de la Comunidad Andina la creación de Tribunal Andino de Derechos Humanos. 4° Decidir la pendiente adhesión del Perú a la Convención del Mar de 1982. 5° Exigir a Chile, sin pelearnos, que sensatamente adecúe su cartografía marítima al fallo de la Corte Internacional de Justicia (2014), así como registre con Perú en la ONU el punto exacto del límite marítimo ubicado por ambos países conforme la delimitación establecida por la Corte. Es insostenible que Chile no lo haga y en nuestras narices continúe con el mapa marítimo del paralelo de 200 millas anterior al fallo. 6° Capitalizar el liderazgo del Grupo de Lima, creado para solventar el problema en Venezuela para que este país vuelva a la senda de la democracia. 7° Orientar la acción de nuestras misiones en el exterior para conseguir que el Perú firme más TLC con países claves de la comunidad internacional. Intensificar las acciones para lograr el ingreso del Perú a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico - OCDE. 8° Potenciar nuestras vinculaciones fronterizas con nuestros vecinos en el tamaño del exitoso plan binacional de integración fronteriza con Ecuador. 9° Intensificar nuestra presencia en la Antártida; y, 10° Multilateralizar la agenda internacional del Perú buscando ganar asientos de presidencia de una diversidad de foros regionales e internacionales conforme los intereses nacionales.