Nadie que actúe con sensatez podría negar que Fidel Castro fue uno de los más importantes personajes de la historia del continente americano del siglo XX. Su febril deseo de alcanzar el poder en Cuba se hizo realidad con el asalto de La Habana, junto al Che Guevara y a Camilo Cienfuegos, el 1 de enero de 1959, como hoy, haciendo huir de la isla al dictador Fulgencio Batista, pertrechado en la idea de que EE.UU. lo iba a respaldar. La Revolución Cubana tan pronto triunfó fue desnudando sus verdaderas intenciones comunistas que el propio Fidel confirmó poco tiempo después. Por esa razón, Washington, incluidos la CIA y el Pentágono, la tenían jurada a Castro e intentaron derrocarlo con la frustrada invasión de Bahía de Cochinos en 1961. Luego vendría el rompimiento de relaciones diplomáticas con la isla y el embargo económico, pero la Revolución seguía afirmándose. Castro optó por la estrategia de la victimización de su actuación y de su causa, movilizándose por diversos continentes, logrando que una parte de la comunidad internacional, se identificara con sus propósitos, como sucedió con los Países No Alineados. La Guerra Fría acabó en 1989 con la caída del Muro de Berlín y con este episodio la pretensión socialista de llegar al comunismo liderado por la Unión Soviética -ya desaparecida-, que jamás se dio. Nada de lo anterior era un buen presagio para Cuba que vivió más de tres décadas bajo los auspicios de Moscú. Era evidente que sin el apoyo soviético, la isla y Fidel sentirían el mayor impacto de la precipitación que luego sobrevino en 1991. Ante ello, Fidel hizo un mea culpa tácito y decidió que su hermano menor, Raúl, iniciara el proceso de restablecimiento y normalización de las relaciones con EE.UU. Al comienzo de 2022, Cuba tiene un presidente joven -Miguel Díaz-Canel- que no es parte de la generación de los guerrilleros de 1959, aunque Raúl todavía mantiene control político en la isla. Díaz-Canel lo sabe y mientras Raúl siga vivo le profesará lealtad total. Las protestas seguirán inexorables como las de julio de 2021 y será necesario de que Cuba se abra al mundo como éste a Cuba.