Este jueves seis de junio se cumplen ocho meses desde que Vladimir Cerrón Rojas, el dueño de Perú Libre y su bancada congresal, incluso con asiento en la Mesa Directiva, pasó a la clandestinidad para no cumplir en una celda, donde le corresponde, una sentencia por delito de corrupción y una prisión preventiva por otro caso.
Lamentablemente desde el gobierno no se han visto mayores esfuerzos por atrapar a este evadido de la justicia por más que los sucesivos ministros del Interior y algunos generales de la Policía Nacional nos han dicho que la captura es “inminente”, que en pocos días “habrá novedades” o que “se está trabajando” para arrestar a este sujeto.
Todo lo que haya podido decir hasta ahora ha sido puro cuento, pura mecida, pues lo cierto es que Cerrón Rojas se sigue burlando de todos, especialmente de quienes dicen que están a punto de detenerlo. ¿Qué tanto poder tiene este delincuente para que no sea arrestado desde hace ocho meses? ¿O es que temen que hablé?
Y mientras tanto, el prófugo y su bancada tratan de sacar leyes en favor de delincuentes como su líder que según algunos estaría en otro país. ¿Hasta cuanto vamos a seguir permitiendo la burla de Cerrón y la tremenda paseada que nos da el gobierno de su antigua socia Dina Boluarte?