A pocos días de culminar el mes de abril, destaquemos su connotación para la literatura. El escritor español Vicente Clavel Andrés (1926) propuso celebrar cada 23 de abril el “Día del Idioma Castellano” y no fue una casualidad. Ese día, de 1616, murió el mayor genio de la literatura española, Miguel de Cervantes Saavedra, autor del “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”, la más grande obra de las letras castellanas; el inglés William Shakespeare, autor de la afamada “Romeo y Julieta”; y, el cronista Gómez Suárez de Figueroa -Inca Garcilaso de la Vega-, el primer mestizo biológico-espiritual del Perú, autor de “Los Comentarios Reales de los Incas”, joya literaria por la que conocimos nuestro pasado precolombino. El cuentista Abraham Valdelomar, autor del emblemático “El Caballero Carmelo”, nació como ayer, en 1888; y, César Vallejo, nuestro mayor vate, murió el 15 de abril de 1938. El 25 de este mes, en 1965, nos visitó por primera vez el laureado argentino Jorge Luis Borges -por mezquindad, nunca le otorgaron el Premio Nobel de Literatura-, y por si fuera poca coincidencia, el 17 de abril de 2014, murió Gabriel García Márquez, el mayor genio castellano del siglo XX, autor de la monumental obra “Cien Años de Soledad”. La UNESCO en 1995, declaró al 23 de abril “Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor”. El idioma español o castellano lo hablan más de 500 millones y es la segunda lengua materna después del chino mandarín. En el Perú, el 2 de abril, es el Día Mundial del Libro Infantil. El 35% de peruanos ha leído un libro en su vida. Nos cuesta leer y no es verdad que se lea porque “es nacido”. La lectura se cultiva con el ejemplo en casa, leyendo cuentos, diarios, revistas, etc. Cuanto más lo hagamos, mejor hablaremos, y lo más importante: siempre seremos libres, alejados del yugo y las cadenas de la ignorancia y del engaño.