Los medios repiten informaciones muchas veces sin comprobar la veracidad de hechos que a fuerza de repetirse se creen verídicos, sin posibilidad de cuestionamiento. Existen las denuncias maliciosas y también las de intereses para destruir reputaciones y dignidades. Hago uso de este valioso espacio para aclarar una especie en mi contra, difundida por más de diez años, a pesar de ser una falsedad sin fundamento. Se afirma que tuve denuncias y hasta un proceso sancionador en el Legislativo por cobrar doble sueldo del Estado o por peculado, algo que nunca procedió legalmente. Nunca hubo ni peculado ni doble sueldo. No lo cobré en la Universidad Federico Villarreal donde sigo siendo profesora principal y Directora de las Escuelas de Ciencia Política y de Derecho. Sus Asesorías Legal y de Recursos humanos precisaron la ausencia de incompatibilidad entre el docente a tiempo completo y la Presidencia de Editora Perú. Y además un amplio informe de la Autoridad Nacional del Servicio Civil – SERVIR confirmó que no hubo doble percepción remuneratoria del Estado. En Editora Perú nunca tuve remuneración sino solo contraprestación por locación de servicios conforme al DS No. 004-2004-EF por el cual entre la Presidenta y la empresa pública que preside no hay relación laboral. SERVIR afirma que “… cuando se establezca que la labor de un Presidente del Directorio es a tiempo completo es para expresar la diferencia con el resto de directores cuya labor se circunscribe a la participación en las sesiones del Directorio”

Tampoco es cierto que fuera obligada a renunciar a Editora Perú, lo hice por haber denunciado por sobrevaloración del papel al Gerente General, César Inga Ballón. Como vemos nadie está protegido de denuncias periodísticas ni de ataques políticos o de envidias y odios más aún cuando como periodista profesional he opinado por años con total independencia sin pensar demasiado en a quiénes pudiera disgustar. Gracias.

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