El papa Francisco falleció en la madrugada de ayer en su residencia del Vaticano, a pocas horas de haber tenido una aparición pública con motivo del Domingo de Resurrección, lo que deja en claro que el pontífice argentino de 88 años estuvo dispuesto a trabajar por el mundo católico hasta el último aliento de su vida, que en los últimos meses se había visto golpeada por males respiratorios y otros padecimientos propios de su avanzada edad.
Jorge Mario Bergoglio, Francisco desde el miércoles 13 de marzo de 2013, será recordado por sus intentos por acercar la Iglesia Católica a los más necesitados y al creyente de a pie, y por haber puesto mano dura a malos manejos financieros de la Santa Sede y, sobre todo, a los abusos cometidos por curas pederastas e integrantes de sectas como el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), que acaba de ser disuelto.
En nuestro país, los peruanos recordamos a Francisco por la visita que nos hizo en enero de 2018, cuando llegó no solo a Lima, sino también a Trujillo, ciudad golpeada un año antes por el Niño Costero; y Puerto Maldonado, como una forma de expresar su compromiso con la preservación de la naturaleza y el ambiente. Fue el segundo pontífice que llegó a estas tierras, tras Juan Pablo II, hoy santo de la Iglesia Católica.
Es evidente que Francisco tuvo una marcada línea política próxima a la izquierda y el progresismo, lo cual lo llevó a tomar decisiones, tener actitudes y hacer nombramientos cuestionables. Sin embargo, será la historia la que se encargue de juzgar al primer pontífice nacido en América, que en los próximos días o semanas tendrá un sucesor que se encargará de dar un nuevo rumbo a la Iglesia Católica o seguir su legado.