Aparte de desmontar la red de funcionarios y empleados puestos por Alianza para el Progreso (APP) en los últimos dos años en que el Congreso estuvo manejado por sus militantes Alejandro Soto y Eduardo Salhuana, el próximo titular del Poder Legislativo, si es que realmente quiere hacer las cosas medianamente bien, debería suspender las semanas representación al menos hasta que termine el proceso electoral con el que varios de los actuales legisladores buscarán la reelección.

Quizá sea muy “inocente” al hacer este pedido, pues los peruanos estamos notificados que “otorongo no come otorongo” y que los congresistas siempre van a llevar agua para sus molinos, especialmente luego de verlos tratando de dejar de lado, con una ley de por medio, la neutralidad que debe mantener todo servidor público en tiempos de elecciones, en que se supone que los candidatos deben competir en igualdad de condiciones y sin “facilidades” que vengan desde el propio Estado.

Recordemos que ya se han destapados casos de congresistas del actual parlamento que se han aprovechado de los viajes en semana de representación, en que el Congreso cubre los gastos, para hacer campaña. Y eso que tales situaciones ocurrieron años atrás, cuando las elecciones eran algo lejano aún. Bajo esa lógica, ahora los llamados padres de la patria serían todos unos depredadores de los recursos públicos con tal de promocionar sus imágenes y “propuestas”.

De otro lado, el nuevo presidente y su Mesa Directiva, como lo hemos señalado días atrás en el editorial de Correo, debería erradicar desde el día uno el trabajo remoto que se implementó en tiempos de la pandemia, por lo que ya no tiene ningún sentido mantenerlo. Es indignante ver escaños vacíos en los plenos, o ambientes desiertos durante el trabajo de las comisiones. Si reciben un sueldo es para ir a trabajar presencialmente como lo hace la mayoría de peruanos.

Al menos en el último año, este Congreso plagado de impresentables y que se ha convertido en una agencia de empleos del partido de César Acuña con la venia de todas las bancadas que no han dicho una sola palabra, debería al menos tratar de lavarse la cara ante los peruanos que los rechazan casi en su totalidad. Si están pensando en reelegirse, gracias a normas que ellos mismos han dado casi con nombre propio, al menos háganlo con su plata y no con la de todos los peruanos.

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