Desde el sector pesquero venimos trabajando desde hace años por la protección de los ecosistemas marinos a fin de garantizar la sostenibilidad de los recursos pesqueros, fuente de trabajo de miles de familias peruanas y también fuente de la seguridad alimentaria, no sólo de nuestro país, sino del mundo entero.

Por ello, lo sucedido esta semana con el derrame de petróleo en Ventanilla, que ha originado un grave daño ambiental, nos debería llevar como sociedad a una profunda reflexión. ¿Estamos preparados para hacer frente a una contingencia de esta naturaleza? ¿Contamos todos con los protocolos debidos? ¿Estamos capacitados para actuar con diligencia y celeridad que una situación de esta naturaleza demanda? Lamentablemente, en este caso, que nos afecta a todos los peruanos y peruanas, y en especial a más de 1,000 pescadores artesanales, son preguntas que hasta el momento dejan más sombras que luces.

Ahora bien, lo inmediato es enfrentar esta situación, para lo cual se requiere el apoyo de todas las instituciones públicas y privadas. Por ello, desde nuestro sector, ponemos a disposición de las autoridades todo nuestro conocimiento acerca del manejo pesquero, de los ecosistemas y del ambiente, así como el despliegue de los recursos humanos que sean necesarios para evitar más daños al ecosistema.

Asimismo, creemos fundamental atender las necesidades de los pescadores artesanales y sus familias, que se han visto seriamente afectados por la pandemia y que hoy ven agravada su situación de vulnerabilidad como consecuencia de este lamentable hecho.

Por último, hacemos un llamado para que todos los actores involucrados en las actividades marítimas nos encontremos en alerta roja, no solo revisando los protocolos para verificar su operatividad, sino sobre todo, realizando simulacros constantemente para salvaguardar la vida y la salud de las personas. Quedamos todos advertidos.