Desde ahora es bueno alertar que ante la posibilidad de ser reelectos en las próximas elecciones generales, muchos de los congresistas de medio pelo que tenemos van a ser capaces de aprovecharse de su cargo para tratar de dar luz verde a cualquier barbaridad e irresponsabilidad, con tal de ganarse el aplauso de ciertos sectores “beneficiados”, pero sobre todo sus miles de votos que podrían servirles para repetir el plato, sea en el Senado o en la Cámara de Diputados.
Ayer comentaba en este espacio de la desesperación de ciertos legisladores de izquierda por favorecer a los miles de mineros ilegales que por estos días tienen secuestrado al país con bloqueos de carreteras que ya están pasando una dura factura económica. Eso aparte de los llamados a la violencia de uno de sus dirigentes. Otro despropósito es el intento de dos legisladores de dejar sin efecto el no licenciamiento de institutos de educación superior que no han acreditado dar una formación de calidad a los estudiante.
Ya hemos visto intentos por hacer lo mismo con las universidades que no lograron su acreditación o por autorizar un retiro más de los fondos de las AFP, que por ahora ha quedado en suspenso por el fin de la primera legislatura del año. Casi al mismo tiempo vimos un mamarracho de proyecto de ley que buscaba devolver la licencia de conducir suspendida a los choferes que fueron intervenidos por la autoridad mientras manejaban en estado de ebriedad. Una vergüenza y un verdadero crimen.
En tiempos de campaña para los comicios del 2026, los ciudadanos tenemos que estar muy atentos para impedir que los arrebatos de ciertos parlamentarios que pueden tentar la reelección gracias a leyes dadas por ellos mismos, afecten a todos los peruanos. ¿Qué más podría venir? ¿Borrar multas de tránsito a malos choferes?, ¿eliminar peajes al caballazo?, ¿pasar a la planilla del Estado a los que brindan servicios externos (cuarta categoría)?, ¿autorizar con leyes el pago de bonos a quien se les ocurra?
El problema no es la reelección congresal en sí, sino el hecho de que tengamos un Poder Legislativo plagado de gente sin mayores escrúpulos, por usar un término suave, que por lograr la reelección está dispuesta a lo que sea. Ya hemos sorprendido a algunos de estos personajes aprovechándose de la semana de representación para hacer campaña con fondos públicos. Sin embargo, este tipo de situaciones podrían quedar chicas ante lo que se puede venir en los próximos meses. Alertados estamos.