El candidato presidencial chileno José Antonio Kast, con altísimas posibilidades de ser el próximo mandatario del país del sur a partir del próximo año, ha lanzado una seria advertencia a los inmigrantes ilegales, especialmente venezolanos, que se encuentran en su territorio. Les ha exigido que regularicen sus papeles, pues si no lo hacen serán expulsados de inmediato o encerrados en prisiones, lo que sin duda debería encender las alarmas en las autoridades peruanas.

Kast ha estado en las últimas horas en el paso fronterizo de Chacalluta, en el límite con el Perú, y desde ese punto ha lanzado su advertencia a los miles de venezolanos ilegales que han generado una situación sin precedente de rechazo en Chile, especialmente por los actos delictivos que cometen muchos de ellos en un país donde los niveles de criminalidad eran relativamente bajos en comparación con otros de la región. La expulsión de esta gente es una promesa de campaña de la derecha.

Si esto ocurre, es lógico pensar que muchos de estos inmigrantes se desplazarán al Perú, donde las autoridades tienen que decirnos a los ciudadanos qué van a hacer con esta gente. Recordemos que hace dos años el gobierno del actual presidente chileno, Gabriel Boric, expulsó a un grupo de venezolanos y colombianos que se instalaron en la frontera tratando de ingresar a nuestro país. Se generó una severa crisis humanitaria porque permanecieron varios días varados en el desierto sin alimentos ni agua.

Lamentablemente, ya sabemos que el Perú ha sido demasiado permisivo con los ilegales, entre los que hay feroces criminales. Varios de los últimos gobiernos han ofrecido mano dura con quienes no cuenten con papeles, pero en la práctica poco o nada se ha hecho. Hasta se anunciaron plazos para regularizar y vuelos de retorno a Venezuela fletados por el Estado, pero lo cierto es que no hay rigor ni voluntad política, a diferencia de lo que parece que si habrá en Chile.

Si las autoridades peruanas que tienen como caballito de batalla a la lucha contra la criminalidad se quedan de brazos cruzados ante la política migratoria anunciada legítimamente por Kast, se nos puede venir una considerable ola de venezolanos, ya sea porque huyen de Chile o son expulsados, lo que agravaría más la situación en nuestro país, donde ya permanecen más de millón y medio de personas que escaparon de los horrores y la miseria que trajo la dictadura chavista.