Ayer en Correo Lima hemos dado cuenta de las declaraciones del exgobernador de Puno, Germán Alejo, actualmente bajo investigación del Ministerio Público por el presunto delito de atentado contra la integridad territorial, quien ha dicho al medio boliviano Página Siete que se seguirá reuniendo con el exmandatario altiplánico Evo Morales, y que cree en Runasur, ese gran mamarracho que consiste en disponer de suelo peruano y de otros países para la formación de una “nación aimara”.

Como vemos, esta absurda idea de Runasur, que tomó vuelo durante el gobierno del golpista Pedro Castillo, sigue vigente en algunas mentes retorcidas y antiperuanas con la clara intervención de bolivianos como Morales y otros, por lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú y entidades como la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) deberían estar muy atentos a lo que pasa en Puno. La alerta está dada con las declaraciones de Alejo, quien se presenta como un “perseguido político”.

Recordemos que durante el lamentable mandato de Castillo, los promotores de Runasur con Morales a la cabeza, pretendieron llevar a cabo una reunión en Cusco, la cual naufragó ante los reclamos formulados por diversos sectores políticos y sociales de nuestro país, por tratarse de una iniciativa que atenta contra la soberanía y la seguridad nacional. Hoy las cosas han cambiado tras la salida del poder del profesor, por lo que es urgente que desde el Estado se tomen acciones contra el accionar de esta gente.

De otro lado, sería bueno saber por qué se insiste en mantener en nuestro país al embajador cubano, Carlos Rafael Zamora, conocido en la tiranía castrista y en el ámbito de la inteligencia comunista internacional como “El gallo”, un personaje que sin duda no llegó al Perú solo para asistir a cocteles diplomáticos ni degustar ceviche. Este espía y desestabilizador profesional de democracias continúa operando en el Perú. No seamos ingenuos. Si ya no están los cancilleres castillistas Héctor Béjar y César Landa, ¿por qué Torre Tagle no gestiona su salida?

En los meses finales de 2022 y en los inicios del 2023 la democracia peruana y el Estado de derecho sufrieron un remezón por el accionar de revoltosos y delincuentes violentos que azuzados por la izquierda, se pusieron el margen de la ley, como ya ha aclarado la Corte Suprema de Justicia. El Poder Ejecutivo está en la obligación de tomar acciones para que eso no vuelva a ocurrir. Si no pone atención en las movidas alrededor del Runasur y su idea de una “américa plurinacional”, y no echa un ojo al embajador cubano, después no se estén lamentando.