Hace días, cerca de 40 gremios mype emitieron un comunicado titulado “Populismo del Congreso está acabando con las pequeñas empresas”, donde señalan que de concretarse la aprobación del proyecto de ley que propone otorgar bonos por multas a inspectores de SUNAFIL y las propuestas sobre la designación de directores de las Cajas Municipales de Ahorro, se estaría afectando al sector productivo del país.

Los principales obstáculos para que pequeñas y microempresas se formalicen son los costos laborales, y la norma sobre bonos por multas ayuda a ese despropósito. El incentivo no es sancionar posibles malas prácticas pues, en una sociedad con sectores proclives al “arreglo”, la norma se convierte en un incentivo perverso que acabará dañando derechos laborales individuales y perjudicando a las empresas “supervisadas” que terminarán pagando caprichos, multas y bonos.

Las cajas municipales, por su parte, financian a pequeños y microempresarios, en su mayoría formales, y no se entiende por qué la modificación incorpora en los directorios a excongresistas, a quienes integraron mesas directivas o altos funcionarios del Estado, lo cual podría politizar espacios quitando autonomía a las cajas.

La Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex) manifestó su rechazo a Ley que modifica la estructura del IGV, “elevando de 2% a 4% la del Impuesto de Promoción Municipal”, es decir más recursos para los gobiernos que no ejecutan sus recursos. Además, la norma contiene un elevado riesgo de incrementar el déficit fiscal. Normas populistas en un año electoral, razón para pensar en un senado que pueda corregir tales desatinos.