Días atrás comentamos en este espacio la gravedad de la denuncia hecha por el fiscal supremo Tomás Gálvez contra la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, a la que acusa de hacerle seguimientos y grabarle videos a escondidas para perjudicar su labor tras haber sido reincorporado al Ministerio Público.

Pero hay más, pues la titular de la institución ha sido objeto de una nueva denuncia, esta vez de parte de otra fiscal suprema, Patricia Benavides, quien la acusa de los delitos de abuso de autoridad y prevaricato al haber desobedecido la disposición de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) de reincorporarla en el cargo

Lo cierto es que con estos pleitos en la Junta de Fiscales Supremos, también integrada por los cuestionados Zoraida Ávalos; y Pablo Sánchez, el amigo del periodista Gustavo Gorriti, se hace insostenible la presencia de estos magistrados en la cúpula de una institución que atraviesa una severa crisis que la fiscal Espinoza se niega a reconocer.

Además, qué se puede esperar de una Fiscalía que es manejada por una señora que desacata disposiciones de la JNJ, del Poder Judicial, del Tribunal Constitucional y hasta del Congreso. Urge una renovación total en el Ministerio Público, la cual tiene que ser abordada por el próximo Poder Legislativo.

TAGS RELACIONADOS